Cap 4 ° Sombras en la Armadura°

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El murmullo de la maquinaria y el zumbido de los paneles del Finalizer creaban una especie de música de fondo en la sala vacía. Las luces parpadeaban intermitentemente, reflejando mi concentración mientras trabajaba en el primer panel de los veinticinco que necesitaba revisar. El teclado bajo mis dedos respondía con rapidez, y mi mente se sumergía en los algoritmos y códigos que componían la seguridad de la nave. Sin embargo, a pesar de mi concentración, no podía dejar de sentir un leve enojo por la última interacción con Phasma. Su comentario sobre ser una "pequeña rebelde" resonaba en mi cabeza, irritándome cada vez que lo recordaba. No entendía por qué me afectaba tanto su desaprobación. Tal vez era porque, a pesar de su dureza, había algo en ella que me hacía desear su aprobación.

Justo cuando estaba terminando el primer panel, el sonido de la puerta abriéndose me sacó de mis pensamientos. No levanté la vista de inmediato, demasiado ocupada con la línea de código que estaba revisando. Pero un suave movimiento a mi lado captó mi atención. Miré de reojo y vi una taza de café humeante colocada con cuidado en la mesa junto a mí. Parpadeé, sorprendida, y finalmente levanté la mirada para encontrarme con Phasma, quien estaba de pie a mi lado. La luz de la sala reflejaba su armadura cromada, haciéndola parecer aún más imponente. Pero antes de que pudiera articular una palabra, ella alzó una mano para detenerme.

"No digas nada," dijo Phasma con su tono habitual, aunque había una suavidad inusual en su voz. "Es solo para que trabajes mejor. Necesitamos que completes esta tarea eficientemente."

Miré la taza de café, luego a Phasma, y sentí una extraña sensación de aleteo en el estómago. Era un gesto simple, pero proveniente de alguien como ella, significaba más de lo que podría admitir. Asentí, recogiendo la taza con cuidado. "Gracias," murmuré, intentando mantener mi tono neutral. Phasma no respondió, solo inclinó la cabeza ligeramente antes de volverse y regresar a su posición inicial, vigilante como siempre. Me pregunté qué había motivado ese pequeño gesto, y mientras bebía el café, mi mente seguía analizando la interacción.

Con el calor de la bebida dándome energía renovada, volví a concentrarme en mi trabajo. A pesar de la cantidad de paneles que tenía por delante, el café me dio el impulso que necesitaba para continuar sin sentir el peso del cansancio. Empecé a trabajar más rápido, mis dedos moviéndose con precisión sobre el teclado. A medida que avanzaba, mi mente comenzó a divagar nuevamente hacia Phasma. Había algo intrigante en ella, algo que me hacía querer saber más sobre la persona detrás de la armadura. Mientras trabajaba, de vez en cuando echaba un vistazo a Phasma, quien permanecía en silencio, vigilando con atención. Aunque su presencia era intimidante, también me daba una extraña sensación de seguridad. 

Finalmente, después de lo que parecieron horas, terminé con el primer panel. Me permití un breve respiro, estirando los dedos y masajeando mis muñecas antes de moverme al siguiente panel. "¿Algún progreso?" La voz de Phasma rompió el silencio, su tono profesional pero no tan frío como antes.

"Sí," respondí, volviendo a enfocarme. "Terminé el primer panel. No encontré nada inusual, pero aún quedan muchos por revisar. Si hay un intruso, puede que esté en uno de los paneles menos obvios."

Phasma asintió, sus ojos fijos en mí a través del visor de su casco. "Continúa. Necesitamos asegurarnos de que cada rincón de esta nave esté limpio." Volví a mi tarea, pasando al segundo panel. Aunque el trabajo era tedioso, la presencia de Phasma y su pequeño gesto de amabilidad me motivaron a seguir adelante.

Las horas pasaron lentamente mientras continuaba revisando los paneles de seguridad. Mi concentración era absoluta, cada línea de código examinada con atención meticulosa. Había logrado avanzar hasta el cuarto panel, y aunque el cansancio pesaba en mi cuerpo, me negaba a rendirme. Phasma permanecía en su puesto, vigilando como un centinela silencioso. Su presencia, aunque inicialmente intimidante, se había convertido en algo reconfortante. Justo cuando estaba terminando con el cuarto panel, Phasma intervino nuevamente. "Lamento tenerte aquí agotada, pero necesitamos resolver esto lo antes posible," dijo, su tono más suave de lo habitual.

¡Please, Please! °Capitán Phasma x Lectora°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora