Capítulo 3: Todo cambió ᰔ

1.5K 215 58
                                    

El grito que Jungkook soltó cuando Taehyung le habló por primera vez debió escucharse en toda la zona, pero eso fue lo de menos. El híbrido se asustó gracias a la efusiva reacción ajena, provocando que sus orejas y cola brotaran a la vista del veterinario, quien no daba crédito de lo que veía.

Era surrealista.

Necesita que alguien lo pellizcara para salir de su impresión.

O que lo abofetearan hasta comprender lo que estaba viviendo.

No obstante, a lo único que atinó hacer, fue a levantarse y alejarse lo suficiente del bonito desconocido, que aparentemente era su gato. Porque sí, tampoco era tan despistado, mucho menos ciego como para no conectar los puntos. Además, acababa de ser testigo de la forma en la que esas características gatunas se asentaban en la apariencia física de su acompañante y eso no podía ser un engaño visual, ¿cierto?

—¿Qué carajos? —murmuró, llevándose las manos a la cabeza—. Tú eres...

—Sí, es justo lo que estás pensando —se apresuró a responder, cubriendo su cuerpo con la sábana de la cama, porque no demoró en caer en cuenta de que se encontraba desnudo—. Te lo puedo explicar todo, por favor, no me delates con nadie.

—Jamás haría eso—aclaró, negando con la cabeza. Él no era ese tipo de persona, lo único que deseaba eran respuestas coherentes para esta situación tan loca y así poder tranquilizarse de una vez por todas—. Estoy asustado e impresionado, pero nunca sería capaz de infligirte algún daño.

—Me parece bien, gracias por querer escucharme. Me llamo Taehyung —confesó en voz alta, sin desviar la mirada, a pesar de que se hallara un tanto avergonzado por el escrutinio de su salvador.

Al fin podría llamarlo por su verdadero nombre.

Jungkook asintió despacio, pensando de manera fugaz que ese nombre le quedaba muy bien.

—De acuerdo, Taehyung—justo después de mencionar su nombre, Jungkook notó ese detalle tan relevante que había estado dejando pasar por su estado de shock.

Taehyung estaba sin una pieza de ropa encima.

Debía de ayudarlo. No era un buen plan que siguieran conversando cuando el susodicho se encontraba en ese estado, porque la situación se tornaría mil veces más extraña e incómoda. La cara empezó a quemarle gracias al intenso rubor que se desencadenó por la estampa que tenía frente a él, pero se esforzaría para no parecer demasiado ansioso y dejar una mala imagen ante los ojos impropios. Jungkook mi siquiera comprendía la razón por la que eso le importaba, pues existían cosas más importantes a las que tendría que estarle prestando atención, sin embargo, le parecía vital hacer las cosas bien con Taehyung.

—Muchas gracias...

—Te prestaré ropa —informó, encaminándose hacia su armario para sacar un hoodie, un pantalón de chándal y unos bóxers nuevos—. Estoy seguro de que te quedará muy bien, así que no te preocupes por eso.

—Lo aprecio demasiado.

—No es nada—respondió y el híbrido espero a que el veterinario le entregara lo dicho.

Cuando Taehyung tuvo la ropa entre sus manos, ingresó al baño—teniendo cuidado de que Jungkook no viera nada indebido— y se cambió con rapidez para poder enfrentarlo. Mentiría si dijera que no estaba nervioso, pero ya no había vuelta atrás.

Solo debía ser sincero, confesarle cómo es que llegó a ese parque en el que se dio su primer encuentro y contarle que en estos pocos días que estuvo a su lado, se sintió tan feliz como nunca antes. No existía razón válida para negar ese hecho, porque ni en su comunidad llegó a experimentar algo parecido. Nunca encajó por completo con los suyos, pero desde que Jungkook apareció, Taehyung creía que este era el lugar seguro que tantas veces sus padres le mencionaron.

Loyal luv; JJK & KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora