Vendaval De Amor [Inabaku]

14. Primer paso

¿Qué era amar?

Pero ¿importaba?

Quizás no importaba tanto la pregunta, si no la respuesta.

Amar era un sentimiento valioso, una sensación que te volvía algo más que solo un solitario humano.

Era más allá de eso.

Era un sentimiento que te hace comprender cosas de ti mismo, de algo que nunca has visto antes.

Mirando el cielo claro, una sonrisa brilló sobre su rostro.

Quizás no importaba tanto.

Lo que importaba era lo que sentías actualmente

Bueno, quizás no importaba nada.

Simplemente debía de vivir el momento, porque eso era todo. Complicarse pensando en esas cosas traía ansiedad, y eso no le gustaba.

No había razón para dudar, porque solo debía de dar su mejor esfuerzo para no arrepentirse.

¿Qué importaba si todo era efímero?

¿Qué importaba si todo acaba algún día?

¿Realmente importaba?

Solo había que vivir el momento, sentirlo en tu piel, tocarlo con tu alma, grabarlo en tus sentidos.

Porque nada era mas preciado que disfrutar de ese momento, de ese instante donde sientes que te vuelves extraño solo por una persona.

-¡Katsuki estoy aquí! ¡¿Me escuchas?! ¡Katsuki!

Inasa había alzado la mano, agitando de un lado a otro su brazo.

Las personas lo miraron raro y se apartaron, dejando paso libre a que Katsuki se acercara.

Y el rubio solo lo miró con ira.

-¡Cierra la boca! ¡Estas molestando al resto!

-¡Lo siento!

-¡Que te calles!

-¡¡Lo siento!!

Bakugō solo pudo gritar para sus adentros. No sabía si era buena idea haber aceptado esta cita, el grandulón parecía más idiota que de costumbre.

Pero aunque él se quejara en sus adentros, su corazón saltaba de la emoción. Incluso no pudo dormir bien porque estuvo pensando en como vestirse.

-Vamos, la película va a comenzar.

Ambos habían escogido una película para ver, que era sobre All might.

-Te ves bien hoy, Katsuki.

Y el rubio se sintió instantáneamente bien, como si le hubieran metido trozos de azúcar a la boca.

Y Yoarashi pensaba que se veía demasiado bien, estaba tan deslumbrante que sentía arder sus ojos. Y no importaba por donde mirara a Katsuki, sentía que era perfecto.

La sonrisa de Inasa nunca se detuvo, incluso cuando entraron al cine, Yoarashi seguía sonriendo como un tonto.

Katsuki puso una mano en su frente, pensando seriamente en explotarle la cara.

Pero cuando la función inició, ambos miraron fijamente a la pantalla.

No se les podía culpar, ambos eran fanáticos de los héroes, y Katsuki admiraba mucho a All might. No era exagerado llamarlo su héroe favorito.

Aunque, en cierta parte de la película, cuando Katsuki metió la mano al pocillo de las palomitas, Inasa también metió su mano.

Solo que, en vez de suceder como en los clichés, donde ambos apartan la mano avergonzados. Yoarashi fue extremadamente atrevido, y sujeto con fuerza la mano de Katsuki, metiendo entre los dedos del cenizo sus propios dedos.