Capítulo 88. Manada de ratas

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Capítulo 88 Enjambre de ratas
  

Hua Yang estaba tan ocupada observando a los soldados entrando y saliendo cargando harina y granos que casi se olvidó de que esta vez salieron y todo estaba lleno de peligros.

Entró en la sala de procesamiento de harina. Al final de cada máquina harinera había grandes paquetes de harina, que oscilaban entre cincuenta y cien kilogramos.

La harina aquí parece esparcida. Si se empaquetaran juntas, sería suficiente para llenar un camión entero.

Todavía quedan cinco salas de procesamiento de este tipo y sus dos camiones simplemente no pueden acomodarlas.

Huayang miró a Wu Tianqi y Meng Yi y les pidió que se quedaran aquí para ayudar a los soldados a cargar los vehículos y estar alerta ante emergencias.

Y caminó sola hacia el interior de la planta procesadora.

Una planta de procesamiento tan grande debe tener un almacén. La harina de afuera es solo una fracción.

Efectivamente, cuando caminó por las dos salas de procesamiento y atravesó un patio, había una puerta cerrada al final del pasillo.

Huayang miró a su alrededor y vio que no había nadie alrededor, y se acercó con cautela a la puerta paso a paso. No abrió la puerta con prisa, sino que escuchó atentamente lo que sucedía dentro.

Pero después de escuchar durante mucho tiempo, sin mencionar los pasos de los zombis, incluso los pequeños sonidos misteriosos desaparecieron.

"Es extraño. Pude escuchar algunos sonidos en la puerta hace un momento, pero ¿por qué no hay sonidos cuando entro?"

Cuando algo sale mal, debe haber un monstruo. Pero esta puerta parece la puerta de un almacén y es posible que haya mucha comida almacenada en su interior.

Huayang agarró el hacha con fuerza y ​​cortó la antigua cerradura de la puerta. Luego sostuvo la manija de la puerta y la abrió lentamente.

El olor a harina que golpeó su rostro hizo que Huayang estuviera aún más segura de que allí era donde se almacenaba la harina.

La puerta se abrió poco a poco y lo que apareció a la vista fue una oscuridad sin límites.

Huayang no se atrevió a ser descuidado y abrió la puerta un poco más.

La luz exterior estaba completamente bloqueada por el pasillo y no podía iluminar la parte más interna en absoluto. La oscuridad era como una sustancia que se tragaría todo. Huayang miró hacia adentro por un rato antes de acostumbrarse a ver cosas en la oscuridad.

Esperó un rato en la puerta, asegurándose de que no hubiera movimiento dentro antes de agacharse.

Debido a que estaba demasiado oscuro, Huayang no podía ver el tamaño de la sala de almacenamiento. No muy lejos, ya había diez bolsas de harina con alto y bajo contenido de gluten que pesaban cada una 100 kilogramos y 50 kilogramos. En un rincón no muy lejos, había más de una docena de bolsas de arroz de 50 libras tiradas.

Huayang vio tantos fideos de arroz tirados tranquilamente en el suelo. Rápidamente se acercó y los puso todos en el espacio con un movimiento de su mente.

Aunque su espacio ya está muy lleno, todavía puede exprimir espacio para acomodar seres no vivos.

Mirando a su alrededor, en la esquina correspondiente al arroz, hay un montón de trigo que mide más que una persona. Parece que la gente de aquí no ha tenido tiempo de procesar y empaquetar el trigo antes de apilarlo en el almacén.

Huayang no fue cortés, se acercó, llevó el trigo al espacio y lo apiló en el patio de la granja.

Tan pronto como desapareció un montón de trigo que era más alto que ella, el lugar donde estaba originalmente quedó vacío.

después del renacimiento, dependí del espacio para almacenar comidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora