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Un pesado ambiente sopeso sobre las tinieblas de Tokio, lugar donde reinaban las maldiciones y los malos augurios. Una queja resonó en el recinto donde se encontraban dos estudiantes de la escuela metropolitana de hechicería de la ciudad, envolviendo así las cuatro paredes en un eco.

—Panda, cierra el hocico — una voz femenina sonó entonces. El regañado sólo dirigió una mala mirada y siguió quejándose

—Yui, me duele el estómago. — el animal en cuestión se excuso temeroso, su compañera le generaba miedo

—¿Y a mi qué?es más,¿tienes estómago?

Yui Kamo se volteo exageradamente para darle una mala mirada a su acompañante, sus quejas y reclamos no la dejaban concentrarse en la misión en la que se encontraban.

—Debería sentarme y dejar que hagas todo el trabajo, envidiosa— aquello hizo que la muchacha colmará su paciencia y se acercara a Panda, quien se cuestiono si su muerte la ocasionaría una maldición o su amiga hechicera

—Entonces siéntate y espera aquí

Panda hizo caso con orgullo, para esconder el temor en lo más profundo

—Esta bien, me quedaré aquí. Pero le diré al profesor Gojo que me sacaste injustamente de la misión. Si te mueres...— Yui dejo de prestarle atención cuando noto que aquella maligna aura se había intensificado

Sus ojos se dirigieron a lo más fondo de la habitación, aquel espíritu maligno se encontraba observando todo desde la oscuridad, con una sonrisa tonta plasmada en el rostro

—Cuando un Panda no come bien, puede causar un holoca...

—Panda, callate y hazte a mi lado— el animal se quedó rígido, teniendo en cuenta lo que podría estar pasando. Su grande cabeza se giro lentamente hasta dejar su visión en la misma dirección que la de Kamo. Compartieron rápidas miradas y, cuando menos se lo esperaron, aquella maldición de primer grado se abalanzó contra ellos

—¡Yui!

El horripilante demonio atacó directamente a la muchacha, quien no dudo en reaccionar rápidamente. Su sangre ligera se disipó en su cara, aquella monstruosidad era tan veloz que no había reaccionado tan rápido como para protegerse con energía maldita

—Estúpida niña

La muchacha se quejo limpiándose el poco liquido que había resbalado, Panda se acomodo detrás de la maldición y arremetió contra ella

—¿Podemos jugar?— Kamo observo como cientos de muñecas ,tanto de porcelana como de trapo, se acercaban a ellos peligrosamente.

Panda fue arrojado bruscamente a una pared, siendo absorbido por cientos de las mismas.

Otra vez aquel bicho extremadamente grande había quedado con ella. Yui no dudo en activar su técnica ritual, cosa en la que había fallado anteriormente

Del bolsillo de su falda saco un pequeño cuchillo y con este arremetió a la palma de sus manos, las cuales empezaron a sangrar fluidamente —Técnica carmesí: Enrredo— su sangre la cual fluía como agua se unió, formando un tipo de hilos que seguían el sentido de dirección de las yemas de sus dedos

La maldición reacciono rápidamente, sin embargo, fue alcanzado por los hilillos de sangre. Fue encerrado y amarrado por Yui, dejando inmóvil a las muñecas y a su guiador 

—Juguemos con las muñecas, por favor— la muchacha oyó como la maldición se quejaba por lo bajo ahora, recordó a Ijachi explicando el como se genero y sin querer, el sentimiento de lastima inundó todo su cuerpo

Inmortal she⟼Megumi FushiguroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora