who is she?
—¿Se trago el dedo?
Yui miro el suelo asqueada, imaginando el sabor que debía tener un objeto maldito como lo es uno de los dedos de Sukuna, trago saliva y redirigió su mirada al hombre albino a su lado que mostraba traer consigo una gran emoción.
—¡Si!, ¿no es genial? Y lo mejor, no se murió— Gojo soltó una risa tonta mientras explicaba la situación de un repentino nuevo estudiante de primero
—El recipiente de Sukuna...¿no crees que es muy peligroso? — pregunto la muchacha curiosa, teniendo un mal presentimiento muy en el interior
—Claro que lo creo, pequeña Yui. Pero si logramos que se trague los otros 19 dedos, y lo ejecutamos, ese peligro desaparecerá
Gojo hablo robóticamente, como si lo que dijera no fuera difícil. La pelinegra soltó un profundo suspiro esperando que fuera una broma de mal gusto por parte de su profesor—¿Que opinaron los peces gordos?
—No les gusto mucho, pero como tu profesor Satoru Gojo es el mejor, los convencí para prolongar su tan esperada muerte— el hombre hablaba como si se tratara de un juguete nuevo, cosa que perturbó a la joven Kamo
—¿Y si no aguanta el poder de los 20 dedos? No es por nada, pero repetir el accidente del desfile sería muy aburrido y estresante. No quiero volver a morir y revivir por obra y gracia de Dios.
Gran parte de la población de hechicería tenía en cuenta que las maldiciones habían incrementado exponencialmente, y además de cantidad, mucha energía maldita venía consigo, empezando a ver más maldiciones de primer grado hasta un grado especial
—¿Aun te duele el abdomen? — pregunto Gojo burlón al recordar la herida que fue incapaz de sanar que le había dejado la maldición de su compañero Okkotsu
—Ja, ja. Que risa, Gojo.— su mano se dirigió instintivamente a la gran herida hecha hace pocos meses, un escalofrió recorrió su espalda y fingió susto— cuando me muera no me vayas a extrañar
El albino soltó una risa tranquila y dejo un pequeño espacio de silencio— no creo que mueras antes que yo, pequeña Yui.
—Mi sepultora se aproxima, lo presiento profesor. Si es el caso, te dejaría mi dinero. — Kamo rio, ignorando el hecho de que la conversación se había dirigido a un tema muy diferente
—No gracias, me sobra el dinero. — Satoru movió su mano de forma que pareciera que rechazaba una propuesta estúpida. Kamo rio y le aparto la mano de manera perezosa, su profesor también sonrió de manera suave.
Su charla termino cuando un pelirosa apareció frente ellos, iluminándose como el sol en un amanecer
—¡Oh!, hola. Mi nombre es Yuji Itadori, soy nuevo — de su cara salieron brillitos, que hacían que Yui sonriera mecánicamente
—Hola Yuji Itadori que es nuevo, soy Yui Kamo. — Yui saludo con una gran sonrisa, que fue devuelta por el chico que quedó maravillado por la presentación — soy la única de segundo que conocerás por el momento
—Los de segundo y tercero están fuera por misiones, pero ella es un poco inútil entonces la veras siempre por acá— Gojo se burló de la muchacha, acto seguido recibió un golpe en la parte superior de su cabeza
—Iré a ver si Maki regreso, hablamos luego, Itadori.— Ofendida, dio la espalda mientras que su profesor sobaba la parte golpeada y la fémina sacaba la lengua en forma de insulto
La muchacha se despidió y tomó lugar a su recamara, esperando algún movimiento de su peliverde amiga. Normalmente cuando llegaban de alguna misión, esperaban a la otra en la diferente alcoba. Sin embargo, no estaba ahí en ese momento, por lo que volvió a acomodarse en su colcha y discrepar
