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Victtoria

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Los semáforos cambias de inmediato al rojo, mientras que igualan a los sentimientos prohibido y detenidos que sentía por ese tenebroso y asqueroso hombre.

No es culpa mía tener una mentalidad tan agobiante y mucho menos es culpa mía haber estado junto a él esa noche. Fueron mis impulsos carnales hablando a través de mi abuso.

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Jodido sentimiento agobiante y ansiosos que cada día me pudre más la cabeza y el cuerpo, provocando que espasmos temblorosos golpeen con fuerza mis manos y me hagan una persona totalmente inútil y enferma. Todo por ese bastardo imbécil.

¿Qué más me quedaba ahora que estoy atrapada? ¿dónde conseguido una luz que ilumine la salida de este infierno? No puedo seguir escapando por más que quiera, él siempre estaba un maldito paso adelante.

— Por favor, responde responde...—
Me encontraba de un lado guardando ropa de la pequeña y mía en una mochila, mientras que con mi hombro trataba de sostener el teléfono hacia mi oreja. Tenía que salir de aquí, ya sabe dónde vivo.

— ¿Victtoria?—

— ¡Jayden! Dios, hasta que me respondes...—
Mi respiración no había parado de estar agitada desde que me baje de ese tormentoso auto, como si aún sintiera su maldita presencia cerca de mi. En realidad, lo estaba.

— ¿Sucede algo? ¿Ayla está bien?—

Batallaba conmigo misma en si decirle o no decirle lo que estaba ocurriendo, convenciendome que él podría ayudarme ahora que nuestra relación se hizo más cercana, pero no podía involucrarlo con esto. Tom es muy peligroso y temo por sus inpulsos en contra de mi hermano.

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⏰ Última actualización: Jul 29 ⏰

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𝐒𝐎𝐍𝐎 𝐕𝐈𝐕𝐎 ᵀᵒᵐ ᴷᵃᵘˡⁱᵗᶻDonde viven las historias. Descúbrelo ahora