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Amy descansaba en su sillón leyendo plácidamente su libro nuevo, eran pasadas las 6 y quería relajarse después del trabajo.
Eso sería así si no fueran por los constantes ruidos del vecino de al frente, una vena apareció en su frente, se paró de sus sillón y camino hacia él pasillo qué conectaba los departamentos.
Salió con furia y dio golpes a la puerta del ruidoso vecino, de allí un erizo morocho con estilo punk se apareció detrás de la puerta.
—¿Podrías viajar el volumen por favor? — pidió con una falsa sonrisa.
—Si claro.
Y cerró la puerta en su cara.
A Amy se le borro la sonrisa y fingió ahorcar al chico, simplemente dio la vuelta y entró a su departamento, luego de cerrar su puerta la música se escucho más bajo, agradeció mentalmente y siguió leyendo, si no fuera su tipo ideal lo odiaría a muerte.
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Cruzando el pasillo se encontraba el erizo lanzando con poca fuerza el control del televisor a su sillón, sabía que a su vecina le molestaba el ruido y no pensó que llegaría tan temprano del trabajo, en cuanto se lo pidió cerró su puerta y bajo el volumen a uno en donde el podía disfrutar con la vecina al lado.
Nunca quiso ser grosero y siempre evitaba enojarla pero pareciera que se irritaba con sola su presencia así que mantenía su distancia.
Suspirando se sentó en su sillón y cambio la tele para ver una película.
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—Te lo digo es imposible.— dijo secándo el cabello de su clienta en la silla.
—¿El chico guapo de al frente te sigue dando problemas?— Rouge le pregunto pintando el pelo de su clienta.
—Tengo muchas ganas de golpear su hermosa cara.— respondió Amy moviendo el secador.—Ojalá algunas de mis citas funcionarán para olvidarme de el.
—Ay cariño solo no has buscado en el lugar correcto.—respondió su colega murciélago.
Rouge y ella eran amigas desde que la jefa Vainilla fundo el salón, comenzaron a trabajar como estilistas y no se han separado desde entonces.
—Uuu, sabes, mejor te presento a alguien, ¿Qué tal?
—No lo sé, las citas a ciegas no son lo mio, además tus amigos son algo...
—¿Intensos?
—Iba a decir alternativos, pero si es lo que piensas pues si.
—Tranquila, este chico es tranquilo, tiene un estilo parecido al mio, trabaja en un estudio de tatuajes, y es guapo.
Amy rió al escuchar el alargamiento de la palabra y como su amiga tiro la cabeza hacia atrás.
—Esta bien, lo haré.—acepto sonriendo.
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La chica movió su flequillo algo nerviosa, estaba sentada un restaurante esperando por su cita que Rouge le consiguió.
Miraba nerviosamente la entrada del local moviendo su pie en un tic, miro su conjunto de ropa arreglando unas cuantas arrugas, ah pasado un tiempo desde su última cita y fue horrible, el chico solo hablo de si mismo un una — muy obvia — estafa piramidal.
Suspiro mirando el mantel, escucho la campanilla de la entrada y subió la mirada, solo para tener un momento de shock, el punk del enfrente estaba entrando, entonces recordó.
—Tiene un estilo parecido al mio...
Cuando su mirada se posó en la suya se giro y salió del lugar, maldita Rouge no pude decirle como se veía, según ella era una "sorpresa", pues sorpresa fue al ver a su vecina en la mesa para dos.
Amy al ver que simplemente se dio la vuelta y se fue, se paró furiosa y lo siguió a afuera, lo vio mirando su celular y escribir en el, estaba mandandole un texto a su amiga.
—¡Hey!— Shadow salto de la impresión casi soltando el teléfono.—Eso fue muy grosero, no puedes solo mirarme y marcharte, almenos un "disculpa pero no eres mi tipo".
Amy movió sus manos burlesca, Shadow confundido la miro de arriba a abajo, viéndo como esta arreglada.
—B-bueno si eres mi tipo pero se que te incomodo.—dijo Shadow sonrojandose levemente.
—¿Ah?... P-pero nunca me respondes y eres cortante.—Amy desvío la mirada.
—No quería incomodarte, la verdad se te ve bastante nerviosa al hablarme.—se encogió de hombros.
—¡Eso es!... Eso es porque... También eres mi tipo.
El sonrojo de Shadow se expandió al escuchar la confesión de la rosada.
—¿Q-quieres pasar?
Sonrió al verlo tan nervioso, asintió con un sonrojo y ambos pasaron al restaurante y tuvieron si cita.
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Amy suspiraba con una sonrisa, miraba a la nada sentada en la silla de la recepción, su mente estaba en otro lado, en la novena nube diría Rouge, pero a Amy no le importaba, imaginaba todo tipo de escenarios románticos con su nuevo, así es, su nuevo novio.
Rouge la miraba con una sonrisa pícara viendo como veía a través de ella sin darse cuenta de que estaba frente a ella, no quería sacarla de sus fantasías pero el deber llama, chasqueo sus dedos frente a sus ojos, Amy parpadeo y miró fijamente a su amiga.
—Interrumpes mi felicidad.— le chasqueo la lengua.
—Perdón pero, ¿Mi siguiente cliente?
—En 40 ve a almorzar.
—Antes de eso, ¿Cómo está Shadow?—Pregunto apoyando sus antebrazos en la recepción
Amy sonrió, su cara se le iluminó comenzó a hablar de su novio y de su última cita, Shadow era un cariño con ella, era amoroso y se preocupa por su bienestar, a veces venia al salón a dejarle dulces, Rouge escuchaba divertida.
—Aún no puedo creer que era tu sexy vecino, el mundo es un pañuelo, al menos pude conseguirte un buen partido.—Rouge le giño
—¡Ya vete a tu almuerzo!—Sonrió con un sonrojo.
Rouge salió del lugar riendo.
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