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El olor a café inundaba el lugar, los diseños de los postres los hacían ver deliciosos, el lugar tenía un aura de confort y calidez, el lugar perfecto para descansar y beber un delicioso café.
Allí la dueña del lugar abrió el local con una sonrisa, la conejo trabajo duro para conseguir su sueño, ser dueña de un café.
Comenzó a administrar las cuentas en cuanto los empleados llegaban, su camarero estrella un erizo azul cobalto llego como siempre, alegre y sonriente, esa sonrisa atraía más clientes cada día.
Y así hiban llegando hasta la hora de apertura, la primera en llegar como siempre fue unas de las señoras que vivían en un vecindario cercano, una de las camareras las atendió mientras la coneja preparaba el pedido regular de la señora.
El barista a cargo era un equidna rojo muy hábil con los lattes, la pastelera una eriza rosada siempre preparaba los postres más dulces, esta era la composición del grupo y sus empleados más confiables.
—Vainilla no es por nada, pero invite a alguien al café.
Vainilla levantó su rostro de la registradora.
—¿Y la noticia?—se burlo—. Ya estamos acostumbrados a tus "visitantes".
—Querrás decir amantes~.
Amy hablo fuerte desde la cocina.
—Es un amigo de la Uni, cochinas.
—¿Un amigo?
Sonic asintió guiñando el ojo y apuntando discretamente a Amy, Vainilla abrió los labios en forma de o notando la indirecta.
Y así paso el día los clientes vinieron y se fueron pero quedaron maravillados con el lugar, ya había pasado las 13:00 cuando la campanilla sonó dejando ver a un erizo negro de vetas rojas, con un estilo, alternativo diría Vainilla.
—¡Hola Bro! Siéntate como en casa.
Vio como el azul sentó y tomó la orden del chico, el amigo pensó Vainilla, Sonic entregó la comanda y comenzaba a preparar el americano.
—Sonic... ¿Estas seguro que a Amy le agradará?... No se ve muy amigable.
Le susurro Vainilla al chico.
—Tranquila, ya lo veras, ponle mucha atención a Amy cuando salga.
Vainilla no respondió, estaba intrigada así que decidió confiar en su amigo, Sonic llevó el americano al chico y preguntó si quería algo más.
—¿Alguna recomendación de postres?—La voz gruesa del moreno se escucho en el lugar.
—Uy pues no se, ¿Sabes que? Traeré a la pastelera, ella sabe de estas cosas—el chico le hizo una seña a la mayor para que llamara a Amy.
Vainilla viendo el gesto llamo a Amy al frente y le apunto a la mesa donde estaba Sonic.
—¿Seguro estas calificado para este trabajo, inútil?—bromeo soltando una risitas.
—Si si si, esta es Amyyyy~, nuestra hermosisima pastelera, los dejo.
Vainilla vio a Amy observar al chico frente a ella y su rostro se iluminó cual foco de navidad.
Sonic llegando a la barra se rió de la reacción de la chica que comenzó a tartamudear.
—Son el uno para el otro, ese es el tipo exacto de Amy y Amy es el tipo de Shadow.
—Oh Dios... eres todo un cupido.
Ambos rieron y siguieron viendo tal escena.
—L-los brownies son buenos con los americanos, pero no soy muy buena con ellos—jugo con su púa frontal.
Estaba encantadisima con el chico frente a ella, guapo, serio y con un estilo único, su tipo total, fue un flechazo qué la enamoro a primera vista.
—P-pues si lo pruebo y me gusta la propina del camarero será para ti.
Amy enrojeció más al notar tal coqueteo, al ver eso Shadow quiso ver más a la chica, su estilo hogareño y suave lo cautivo de inmediato.
—¡Ok yo lo prepararé!, ¡Haré lo mejor que pueda!
Amy salió corriendo con las manos en las mejillas, entró a la cocina con prisa y comenzó a realizar la mezcla, en la barra Sonic reía bajo, movió la vista al chico que quedó en shock, estaba seguro que se le quemo un fusible.
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Sonic limpiaba las últimas mesas que quedaban sucias, ya casi eran las 9 hora de cerrar, ya cuando estuvo todo limpio recogió su mochila del casillero se despidió de su jefa y salió del establecimiento, allí su amigo lo esperaba.
—Gracias por esperar.
—No es por ti.
—Oh lo se, la bella y dulce pasteleraa~
Como si fuera magia Amy salió unos momentos después, ambos chicos vieron a la chica con una sonrisa, ella solo observaba al moreno qué le dedicaba una mirada cariñosa.
—Como una pared... en fin, ya se conocen así que.
Sin terminar la oración este empujó a su amiga en dirección del más alto haciendo que cayera en sus brazos elegantemente.
—Los proclamó, una cita, adiós.
Así el se marchó, y ambos se miraron y soltaron una risa.
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Sonic casamentera siempre será mi tema favorito, buenas noches, tardes, días.
Me la pase super el 18 y el resto de la semana, me cure como tres veces a base de terremotos y micheladas.
