Este ratón salvaje se lleva a Cenicienta.

Episodio 9

"Abuelo"

"Te lo deje a ti, pero ¿estas dando a largas para ver mas de esas cosas pateticas?"

Edmund abrio mucho los ojos y luego puso cara de mal humor

¿Sera porque fue frente a su abuelo?

Era la expreion infatil que habia visto por primera vez desde que lo conoci

"Simplemente seguí los procedimientos"

"No quedara nadie vivo para hablar, entonces ¿que estas haciendo?"

Ante esas palabras, Edmund suspiro abiertamente

"Es una epoca diferente a la tuya abuelo"

"¿Que?"

"Si alguien es enterrado sin los procedimientos solo porque sus repugnantes intenciones son claramente visibles, ¿nos enviaria al palacio con un equipo de investigación?"

"¿Que es mi culpa?"

"Seguro, todo esto es gracias a que mi abuelo firmo un tratado de paz"

El duque chasque la lengua y agarro juguetonamente la cabeza de su nieto

"Este chico"

"¡Ah! ¡Abuelo!"

"Hoy en dia, cosas como las leyes y las normas son tan blandas que perdemos en ellas ¿Que, darle la vuelta otra vez? ¿Vas a empezar una guerra?"

"¡No digas nada terrible!"

El conde Bluewood temblo al escuchar la conversacion del hombre mayor

Poco a poco los temblores fueron empeorando y pronto llego al punto en que no podia controlarlo

Esto se debe a que el duque Valkyriesen se levanto de su asiento y vino hacia el

"Entonces todavia eres joven. Para nosotros, cosas como las leyes y las normas son solo un juego de palabras. Un Valkyriesen por encima de la ley"

Estas palabras son las palabras de un heroe que domino una epoca y de un hombre que pasara a la historia

En lugar de sonar arrogante. parecia como si la intimidacion lo estuviera oprimiendo

"Conde Bluewood"

El rostro que solo podia ver cuando estaba inclinado hacia arriba tenia una sonrisa cruel

Fue la expresión mas feliz que jamas haya visto

"Mi nieto, de voz innecesariamente suave, se atrevió a pedirme un favor. Le pido que considere la posibilidad que haya sido acusado falsamente"

Entonces, como puedes ver, espero pacientemente

Continuo hablando lentamente, como para helar la sangre del conde

"¿Entiendes lo que te estoy diciendo?"

"....."

"Vaya, su excelencia ¡No entiendes. no entiendes!"

"¿Malentendido?"

"¡Lo se! Todo esto, todo, quedo, de hecho a discreción del mayordomo"

El duque se arranco el pendiente que llevaba en una oreja y se lo arrojo al conde 

"¡Puaj!"

El conde miro el pendiente que se le cayo de la mejilla

Era un arete magico que, cuando se usaba en un lado, permitia escuchar toda la conversación intercambiada con la persona frente a ellos

Empezo a sudar frio y miro hacia el duque

Luego, encontró un arete azul del mismo diseño en una de las orejas de Edmund y cerro los ojos con fuerza