Después de una pelea con su familia, una adolescente pelirroja decide unirse al dojo enemigo.
Un año después, conoce a un chico que acaba de salir de un reformatorio.
Y, su mejor amigo no parece estas muy contento con ello.
Familia amiga de los LaR...
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Un mensaje del hospital llegó a
mi teléfono, Miguel había despertado.
- ¡Hawk!
Mi amigo pelirrojo dejó de pegarle al saco de boxeo para mirarme confundido
- Miguel, despertó.
Minutos después llegamos al hospital, antes de incluso llegar a la puerta Hawk empezó a hablar para Miguel
- El serpienteee - cuando de repente su saludo se frenó y no pude ver tensarse
- ¿Qué pasó? - frené mi habla al ver a LaRusso en frente de la cama de Miguel
- Me voy - susurró Sam para Miguel
Sam intentó pasar por nuestro lado pero la frenamos rápidamente
- ¿Cómo puedes venir después de lo que hizo tu noviecito? - Hablé mientras Eli la miraba serio
- No me importa lo que piensen, solo quiero ayudar. -
- Ya ayudaste suficiente, princesa. - dijo la última palabra en un tono de disgusto Hawk
Sam nos miró con una expresión ofendida para irse del lugar
Finalmente entramos a la habitación de Miguel
- Hola, bro - saludó Hawk chocando su mano con la de Miguel
La mirada de Miguel fue hacía mí con una leve sonrisa
- Escaleritas - dije yo para darle un leve abrazo, intentando no lastimarlo
- Me gusta el lugar - dijo mi amigo mirando la sala
- Cobra Kai está vacío sin vos, ¿Cuándo volves?
- No sé sabe cuándo ni cómo van a mejorar mis piernas.. - Dijo Miguel en un tono triste con la cabeza gacha
NarradorOmnisciente
La pelirroja bajó la mirada y todos se quedaron en silencio por un rato
- ¿Cuándo te dan el alta? -
- En unos días -
Luego de eso, pasaron todo el día viendo televisión en el hospital, desde todas las pelis de Rocky hasta algunas de Barbie a pedido de Maia.
La chica del grupo sabía que tenía que disfrutar el momento, porque, luego de estar con los chicos del dojo, los que se sentían como una familia, su verdadera familia estaba en casa esperando para recordarle porque no le gusta estar adentro.
- Hawk, ¿Tienes planes? -
- Tengo que estudiar, me voy a casa -
La chica asintió levemente con un malestar en su pecho, tenía que volver a casa, no podía seguir escapando
- Pero, te veo mañana, ¿Si? - Dijo para darle un pequeño abrazo, no muy demostrativo por si alguien lo veía, pero solo Maia sabía que, debajo de todo ese papel de chico rudo, todavía estaba uno de sus mejores amigos desde que empezó primaria.
El pequeño Eli, el cuál no tenía amigos por su labio "raro". La pequeña Maia, una pelirroja que no hablaba con nadie por miedo a que sean criminales (inculcado por su papá claramente)
Si, definitivamente se necesitaban en ese momento
Y lo siguen haciendo ahora.
Maia abrió levemente la puerta, intentando no hacer ruido.
Pero no sirvió, ya que toda su familia seguía en la mesa, su papá con cara sería, su hermana con mirada gacha y su mamá sin expresión.
- ¿Dónde estabas? ¿Volviste a salir con esos problemáticos? ¿No es así? - habló Andrew, su papá con una mueca de enojo mientras se paraba de la mesa
- Yo.. no - Dijo la pelirroja frenándose
- Estaba con Sam, ¿Te acuerdas, papi? - La menor de los Anderson habló, poniéndose entre su papá y su hermana mayor
- Si, eso, estaba con Sam.. -
- ¿Fuiste a esa junta de dinero para lo del chico que cayó por las escaleras? - interrogó su madre
- Si, eso hice.. -
El mayor de los Anderson puso una mueca desconfiada
- Me alegra que te estés alejando de toda esa mierda de Cobra Kai, el señor Miyagi no podría perdonarme tener una hija así -
Una mueca de malestar apareció en el rostro de la adolescente para asentir e irse a su cuarto.
Respetaba a su padre, al señor Miyagi y las cosas que apoyaban sus padres, pero, ¿Cuándo ellos podrían hacer eso por ella?
Ella nunca había conocido al señor Miyagi y aún así debía referirse a él como un mismísimo Dios.
Cobra Kai la sacaba de ese entorno donde no podía ser ella misma, cobra kai la hacía sentir viva.
