Sexting // Freenbecky

Capítulo 2: Arruina bragas

[Arruina bragas.]

Becky.

Había dejado en visto su último mensaje y no le había respondido porque sinceramente no sabía los motivos por los que esa persona extraña me hablaba. Además, no era propio de alguien como yo responder a los mensajes "calientes" de algún pervertido que encontraba divertido jugar con una persona tímida

Dos días habían pasado desde ese mensaje, y apenas había revisado el celular desde entonces. También había avanzado con la relación con las chicas, nuevamente, exceptuando a Freen, quien parecía tener una especie de alergia a cualquier personas que se quisiera ligar con ella alguna forma personal

¿Por qué lo digo? Por un comentario de Nam, su compañera de toda la vida. Ella lanzó una burla inocente cuando decidimos hacer un grupo de WhatsApp para llevar a cabo el trabajo

— ¡Vaya! — Jadeó llamando la atención de todos. — Diste tu número serio y no el otro.

— Cállate Poolsak — Rezongó — No todos tienen la capacidad de ser algo de alguien y no jugar un poco.

— Eres una zorra — Recalcó Mind. — Descarada, perversa y cochina.

Ella guiñó el ojo. — Cuando quieras rubia.

— ¿Tienes otro celular? — Pregunté inocentemente al escuchar la conversación — ¿De verdad tienes otro número?

Nam sonrió. — Esta desgraciada tenía un celular para las amistades, uno que solo teníamos los familiares y los cercanos. — Ella sonrió con malicia. — Y también tenía otro con el que solo coqueteaba.

— ¿Y donde tienes ese celular? — Pregunté.

— En mi casa, querida Becky. — Respondió con voz ronca — ¿Por qué? — Se inclinó un poco más cerca de mí — ¿Estás interesada en tener mi número de las conquistas? ¿Quieres mi número travieso?

De inmediato me sonrojé y negué como una idiota. Desde ahí que solo la miraba de reojo y no le preguntaba nada porque me daba vergüenza. Pero, ella era parte del grupo de chicas que me había acogido, así que tenía que convivir con su presencia imponente en todo esto

Volviendo al punto anterior, a los mensajes. Ya me sentía un poco más calmada, porque no habían llegado, y, por ende, todo parecía indicar que no volverían a aparecer; pero, me equivoqué

Número desconocido.

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Estoy demasiado enojada contigo

Eres cruel

¿¡Otra ves tú?!

Pensé que me dejarías en paz

No me cambias el tema

Eres cruel conmigo

¿Ahora qué hice?

Que yo sepa

No te he hecho nada

Me has hecho mucho

Demasiado

Arruinaste mis bragas

Visto a las 10:32

De inmediato miré a mi alrededor, intentando encontrar alguna mirada sobre mi o a alguien que estuviera utilizando el celular. La primer opción había sido inútil, porque nadie tenía los ojos en mí, y, por ende, la segunda era igual de inútil, porque era varias las personas que estaban en sus celulares