El robo de San Vicente. Parte 1

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Eran las diez y media de la mañana en San Vicente, una ciudad pequeña con un cruce fronterizo y que usualmente era custodiada por héroes que iban y venían. P.E.A.C.E la consideraba una zona de crimen pasivo, donde a veces había acción, y otra veces no. Los casos de crimen generalmente eran controlados por las autoridades, y eran ocasionales las apariciones de villanos por la zona.

Ese era uno de esos momentos. Vanity y G-lo estaban en dicha ciudad, más que nada para tratar de agarrar a Dark Phantom. Había estado trazando sus líneas de robos por los últimos meses; primero en ciudad Concordia, luego en Saltmont city, luego en Cosmopolis y finalmente lograron captarlos por esos lares.

Debido a la cercanía en carretera que tenía San Vicente con otras zonas, algunas de las actividades bancarias de algunas ciudades grandes solían hacerse en ese lugar, por lo que para Vanity resultó un poco obvio que lo iban a terminar de ver por esos lados; y no se equivocó.

Fue al tiempo que las autoridades le dieron al equipo reportes de la presencia del villano y su secuaz Ghoul en la ciudad, pero lo raro para Vanity era que no estaba haciendo nada que delatara su escondite, y que por consiguiente llevara a su arresto. G-lo lo atribuía a que estaban planeando un golpe junto Honey Rabbit, y por ende ni él ni Ghoul habían hecho ningún movimiento brusco, muy a diferencia de como trabajaban en el pasado.

Oh al menos hasta ahora.

Una cámara de seguridad de una tienda de comestibles lo captó llamando por teléfono, acompañado de dos personas con ropa holgada, seguramente Ghoul y Honey Rabbit, para luego verlo abrir un auto, meter a todos dentro del vehículo y salir de ahí por estacionamiento... Para que a los 5 minutos llegara el dueño, y gritara molesto al percatarse de que ya no estaba.

- Esto ocurrió más o menos hace media hora - le dijo a Vanity un oficial de policía - Hemos tratado de seguir el auto, pero ha logrado evadir todos nuestros puntos de vigilancia y nadie tiene idea de a dónde se dirige.

Vanity ya se estaba acostumbrado a esto, a medidas competentes por parte de su archienemigo, así se quedó pensando y luego se volvió al oficial.

- Oiga, ¿no sabe si están transportando dinero de algún banco de la ciudad?

- Bueno, hoy a las 11 hay distribución del banco central a ciertas tiendas para los cajeros automat... oooohhh... ya... Ya lo capto - mencionó el oficial.

G-lo se volvió a Vanity y este asintió.

- Seguiremos la ruta de las camionetas - dijo el.

- Podría ser más sencillo si solo mandaran de una en una para ver si cae en la trampa - dijo G-lo - Ya sabe, ganarles en su propio juego y tratar de apresar a Honey Rabbit para separarlo de Dark Phantom.

- Me gusta el plan, pero eso podría irrumpir la cadena que tienen de distribución - le dijo el héroe a su compañera - Y no creo que tengamos tiempo para hablar de esto con el banco.

El oficial carraspeo.

- De hecho Vanity, creo que si hablo con mi jefe se puede arreglar...

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El chirriante sonido de un carrito hacía eco en la mansión del sombrero. Revisando que el golpeteo de los objetos que tenía en él no los quebrara, Minerva siguió jalando su vagón rojo con agarradera por los pasillos. Llevaba algunas cosas frágiles, entre ellas una tetera agarrada con una cuerda y una taza.

La niña pequeña llegó a las puertas enormes de una oficina, tablones pesados y labrados con intrincadas formas hechas madera negra bien pulida, en donde tocó un par de veces. Esta se abriera sola, y Minerva entró con su carrito a rastras.

¿Dónde están los chicos del coro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora