CAPÍTULO 3: La decepción

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Me sentí como si me hubieran golpeado en el estómago. No podía respirar. No podía creer lo que estaba viendo. Thomas, mi prometido, el hombre que decía amarme, besando a Laila, la mujer que me odia, y también su asistente, en el centro comercial.

Maya me agarró del brazo y me sacó de allí antes de que pudiera hacer algo que lamentara.

– Vamos, Madison, no te preocupes por él – me dijo mientras me llevaba hacia el coche.

Pero yo no podía dejar de pensar en lo que había visto. Me sentía traicionada, engañada. ¿Cómo podía hacerme esto Thomas?, ¡No íbamos a casar!, ¡Carajo!, siento que mi mundo se desmorana en cada segundo que pasa, mi sueño, la familia que íbamos a formar, todo.

Mientras Maya conducía, empecé a recordar cómo había conocido a Thomas. Había sido en una fiesta de amigos comunes, hace unos años. Me había parecido encantador y divertido, y habíamos conectado de inmediato. Pero que idiota fui, no puedo creerlo, ¿tan ciega estuve?.

"¿Te acuerdas de cuando nos conocimos?", me había dicho Thomas en una de nuestras primeras citas. "Me di cuenta de que eras la mujer de mi vida en ese momento". Ja! ¡Si claro!.

Yo había sonreído y había creído que era el hombre de mi vida. Me enamoré ciegamente de él. Hubiese sido capaz de todo por él, de ver lo amaba.

Pero ahora, mientras miraba por la ventana del coche, me preguntaba si había estado ciega desde el inicio o que demonios había pasado, todo parecíaestar perfecto, bueno, al menos lo que había sido normal durante nuestra relación. ¿Cómo podía haber pasado por alto los signos de advertencia?, ¿Por que fui tan estúpida?.

Cuando llegamos a la casa de Maya, Harry ya estaba allí. Seguro Maya le aviso de camino hacia aquí, no debo haberme dado cuenta por estar tan inmersa recordando lo crédula que fui siempre. Me abrazó fuerte, como un hermano protector lo haría.

– Estoy aquí para ti, siempre. –me Susurró al oído mientras aún no me soltaba y me derrubé, comencé a llorar como una niña pequeña.

Estuve así durante varios minutos, Harry no me soltó en ningún momento, mientra Maya me acariciaba la espalda, transmitiendo toda su preocupación. De a poco fui calmandome. Me separe de los brazos de Harry viendo como le había mojado la camiseta con mis lágrimas. Pero eso a él no le importa, lo sé, no es la primera vez que le sucede. Siempre es así, tanto con Maya como conmigo.

–¿Qué vamos a hacer?– me preguntó suavemente.

Yo no sabía qué decir. No sabía qué hacer. Nisiquiera entiendo que cambió ni cuando comenzó todo esto.

–Vamos a vengarnos – dijo Maya iracunda. –Vamos a hacer que Thomas se arrepienta de lo que te hizo.

Sabía que Maya diría eso, ella es la que más está interesada en hacerlo y esta es la excusa perfecta para ella. Me sentía tentada a hacerle daño, a hacerle sufrir como me había hecho sufrir. Pero también me sentía asustada, no sabía si estaba lista para eso.

Harry asintió. – Estoy de acuerdo. Pero debemos hacerlo de manera inteligente. No podemos dejar que nuestras emociones nos nublen la razón. –

Eso si que me sorprendió, por lo general Harry es el más pacífico y calmado. El es siempre que debe hacernos entrar en razón cuando Maya y yo hacemos locuras. Siempre  decide resolver todo con la mente en frío. Aunque entiendo que en este momento está igual o peor de furioso que Maya aunque es bueno ocultándolo.

Mientras discutían, yo empecé a recordar más momentos de mi relación con Thomas. La vez que me había dicho que me amaba, la vez que me había llevado a un fin de semana romántico, cuando me pidió matrimonio...

Pero también recordé las veces que había cancelado planes en el último minuto, las veces que había estado distante y frío. ¿Cómo no me di cuenta antes? Fue lo bastante obvio.

Y ahora, mientras miraba mi teléfono, vi que Thomas me había enviado varios mensajes. "¿Qué pasa, Madison? ¿Por qué no me contestas?", decía uno de ellos.

No sabía qué hacer. No sabía qué decir. Nisiquiera si quiero contestar, ¿Qué le voy a decir? Oh no pasa nada cariño, solo que Maya y yo te vimos casi comiéndote a la zorra de tu secretaria, pero nada serio. Maldito imbécil.

– ¿Qué tal si no le contestas? – sugirió Maya. – "¿Qué tal si lo dejas sufrir un poco? Para que sienta la desesperación.

Yo no sabía si estaba lista para eso. Pero sabía que no podía seguir como antes. Algo tenía que cambiar.

– Voy a hacerlo, me vengaré.

– Esa es mi amiga, sabía que no ibas a dejarte pisotear de nadie, menos de un patán como Thomas idiota King.

– Pero que hago, no se me viene nada a la cabeza en este momento. – y de verdad lo decía, en mi mente solo se repite una y otra vez la escena de hace unas horas.

– Corrección, haremos, porque no creas que estas en esto sola cariño. – respondió Maya mientra Harry asentía a sus palabras. – y tengo algunas ideas.

– Oh claro que tienes ideas. – dije, de segura las tiene desde que empezamos a salir.

– Seguro tiene un diario dedicado a las maldades que quiere hacerle a Thomas, quizás con fecha y todo. – se sumó Harry pesando exactamente lo mismo que yo.

– Un diario mental pero están en lo correcto bebés. – respondió guiándonos un ojo.

Miró hacia arriba como si estuviera pensando, y Harry y yo compartimos una mirada con un poco de miedo de la macabra cabeza de la nuestra querida amiga.

– Veamos:
1. Reemplazar su champú con un producto que le haga perder el cabello.
2. Contratar a un grupo de payasos para que lo persigan por toda la ciudad y quizás que lo golpeen un poco.
3. Enviarle un paquete con un montón de ratones vivos y una nota que diga "Esto es lo que te mereces".
4. Hacer que su coche se llene de pintura en aerosol y luego pinchar todas sus llantas.
5. Contratar unos matones para que lo secuestren y lo hagan sufrir hasta que supliqué perdón.
6. Enviarle un paquete con un montón de abejas y una nota que diga "Esto es lo que te mereces por ser un traidor".
7. Hacer que uno de los proyecto de su empresa fracase y llevarlo a la ruina.

Dijo toda esa lista dándonos la razón para decir que se volvió completamente loca. Bueno siempre lo estuvo.

– No vamos a hacer nada de eso y sabes que algunas de esas locas ideas tuyas podrían acabar con nosotros tres tras la rejas ¿no? – le dijo Harry mirándola como si estuviera a punto de llamar al psiquiátrico.

– Es un precio que estoy dispuesta a pagar si con eso veo a ese maldito sufriendo como la escoria que es.

– ¿Qué tal si continuamos con esta conversación otro día? No se si recuerdas perso hace poco me enteré que mi futuro esposo me estaba viendo la cara y aun no he podido asumirlo del todo.

– Oh claro Mad, te dejamos sola por ahora para que puedas pensar mejor sobre todo pero cualquier cosa nos llamas, ¿Okey?. – me dijo Harry arrastrando a Maya fuera de mi departamento.

Y claro que tenía que pensar y asumir toda esta maldita situación.

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Espero les guste este nuevo capítulo y si es así no se olviden de votar.♡

La Nueva Señora KingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora