CAPÍTULO 8: Sin retorno

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Narra Madison:

Me sentía como si hubiera perdido el control total de la razón. ¿Cómo había aceptado la proposición de Maximus? ¿Cómo había podido decir que sí a algo que me hacía sentir tan incómoda? ¿Acaso pensará que soy ese tipo de mujer? Pero ya no podía dar marcha atrás. Había aceptado y ahora debía enfrentar las consecuencias aunque eso me hiciera sentir una cualquiera. Luego tendría tiempo para lamentarme.

Mi teléfono sonó, era un mensaje de Maximus. "Hotel Plaza, habitación 314. 9 pm. No te retrases". Sentí un nudo en el estómago. Era hora de enfrentar la realidad. ¿De verdad quería hacer esto? ... Tal vez, después de todo Maximus no era feo ni mucho menos... ¡Pero que estoy pensando!, esto es malo.

No podía hacer esto sola. Necesitaba algún apoyo. Llamaré a Maya, estoy casi segura que sabrá que hacer en esta situación porque yo no es que tenga mucha experiencia en estos temas.

– Maya, necesito tu ayuda. – le dije apenas contestó el celular, tratando de no sonar tan desesperada como si que lo estaba.

– ¿Qué pasa, Maddy? ¿Qué te pasa? – me preguntó, preocupada.

– Maximus... él me pidió que me acostara con él a cambio de su ayuda. – le dije, sintiendo mis mejillas arder de la pena.

Maya se rió. – ¡Eso es increíble! ¡Esto podría ser como una muestra de calidad del producto con anticipación! Deberías disfrutarlo, Maddy. Es una oportunidad única.

Me sorprendió y me descolocó su reacción. – ¡¿Te volviste loca?! Yo estoy al borde del colapso por haber aceptado esta maldita petición y tú piensa que es increíble, Maya no puedes estar hablando enserio.

– ¡Vamos, Maddy! ¡No seas tonta! Es solo una noche. Y quién sabe, puede que te guste. Maximus es un hombre con experiencia, seguro que sabe cómo tratar a una mujer. Te tengo una envidia de la buena mujer.

– Pero... no sé si estoy lista para algo así, tu mejor que nadie sabes que no tuve tantas experiencias a lo lago de mi vida. – le dije, dudosa.

– Tuviste las suficientes Mad y si con eso no te alcanza, para eso estoy yo, te daré algunos consejos. Solo espérame unos minutos y estaré allí. – me contestó y luego colgó emocionada.

Me sentí un poco mejor después de hablar con Maya. Tal vez tenía razón. Tal vez debería disfrutarlo. Después de todo no todos los día u hombre del calibre de Maximus King te pide pasar la noche con él, ¿verdad?

...

Se ve que la idea la emocionó tanto que casi ni tardó en llegar. Y bueno aquí estamos.

– ¿Qué debo ponerme? – le pregunté, empezando a sentirme un poco más emocionada.

– Algo sexy, por supuesto y totalmentealgo contrario a lo que usabas cuando salías con aquel patán, ¡Vamos a elegir algo que te haga ver como una diosa!

Y así, con la ayuda de Maya, me preparé para la noche con Maximus. Me sentía nerviosa, pero también un poco emocionada. ¿Qué pasaría esa noche?

Después de decidir que debía disfrutar la noche con Maximus, Maya y yo nos lanzamos a preparar cada detalle.

Primero, fuimos a una boutique de ropa para elegir un vestido adecuado. Maya insistió en que debía ser algo sexy y elegante, y en mi armario era inexistente la palabra sexy para describir lo que poseo. Después de probar varios modelos, elegimos un vestido rojo ajustado que me hacía sentir bastante seductora.

Luego, nos fuimos a una peluquería para que me arreglaran el cabello y el maquillaje. Maya quería que me viera perfecta, así que se aseguró de que cada detalle estuviera en su lugar.

La Nueva Señora KingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora