Recorría el pasillo, recuerdos llegaban en cada paso las risas los juegos que vivió
Un suspiro dejaría salir al abrir la puerta, ahí estaba lo tenía en persona después de tres años de no haberlo visto.
— Lo que tengas que decirme, dímelo que no pienso escucharte toda la noche bruce
— ¿Bruce? soy tu padre damian!
— Mi padre! ¡el mismo padre que empezó hacerme la vida miseria!
Sin comprender miraría al menor, había dicho que hizo su vida miserable, como podía decirle eso cuando el menor había manchado su propio nombre al escaparse
— Miserable! no me culpes de tus propios errores, jamás te dije que tenía fueras con un miserable tipo que ni siquiera tenía trabajó! ¡menos que te fueras a vivir entre vacas!
Damian podría soportar los insultos hacia él pero jamás hacia el lugar donde era su hogar, su verdadero hogar
— Prefiero mil veces vivir entre vacas que cumplir tu deseo de casarme por un arreglo que hiciste sin mi consentimiento! ¡querías arruinar mi vida! ¡mi felicidad!
— Quería lo mejor para ti ¡él tenía todo para darte! lujos dinero poder, no te faltaría nada
— ¡Pero si amor!
en la planta baja, alfred como los demás despedían a los invitados sin comprender que tan rápido habían pasado las horas
un curioso conner miraría hacia los lados en busca de su amado, cuando se suponía que tendría que estar con su hermano pero a verlo sin damian empezaba la preocupación
— Que buscas cuñado?
Sobresaltaba dando la vuelta enseguida sin perder tiempo
— Oye tranquilo viejo
— Has visto a damian, se suponía que debería estar con dick pero no lo miró
— Tranquilo debe estar en el baño o en su habitación, sabes como es, así que venga vamos hablar, cuéntame como a estado mi hermanito
— Si ¡también necesito saber, quiero saber! — emocionado Tim subía encima de su hermano dejándolo que lo llevé seguidos por un conner