𝗯𝗮𝗹𝗹𝗲𝗿𝗶𝗻𝗮 𝗵𝗲𝗮𝗿𝘁.❀•|𝖭𝖺𝗆𝗃𝗂𝗇.|𝙖𝙙𝙖𝙥𝙩𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣

Capítulo 7.

Seokjin tenía un problema, y ahora se encontraba en su clóset lamentandose en voz alta mientras su prometido le pedía salir y preguntaba cuál era el problema, pero el doncel no quería salir. El vestido de su boda ya no le quedaba y todo era culpa de su novio.

─¿Qué pasa cariño? ─Cuestionó preocupado del otro lado de la puerta, mientras Seokjin lloriqueaba. ─Abre la puerta, estoy preocupado.

El doncel se levantó del suelo y saco el vestido de sus brazos para después dejarlo en un rincón, estaba frustrado, bastante a decir verdad y todo era culpa de su novio, ¿Por qué tenía que enviarle tantos dulces? ¿Por qué tenía que enviarle tantas cosas deliciosas mientras estaba una semana en casa de sus padres?

─Mi vestido no me queda y si no me queda, mi boda será la peor de la historia. ─Bufó poniéndose la bata de bañó encima de su ropa interior.

Era cierto que el embarazo lo había hecho subir mucho de peso, pero estaban a dos semanas de su boda y el vestido le apretaba en los pechos, y no quería ni hablar de sus caderas, eran enormes, su barriga de seis meses no ayudaba, pero no era culpa de su bebé bonito, era culpa de su novio.

─Bueno, número uno, es nuestra boda número dos, podemos mandarlo para que lo arreglen, aún hay tiempo. ─Seokjin abrió la puerta y salió para sentarse en la cama, mientras que Namjoon lo seguía.

─No puedo hacer eso, se arruinaría de inmediato, estoy perdido, arruinado, el peor vestido de la historia va a ser mío, ¿Por qué tuviste que enviarme tantas cosas? Todo esto es tu culpa. ─Bufó cruzándose de brazos, a lo que el mayor se sentó junto a él y lo abrazo por la espalda.

Tal vez si le había enviado muchas cosas, pero quería que su chico comiera cosas ricas, sabía que Seokjin siempre tenía antojos y todos los días quería comer cosas dulces, sólo tenía ganas de complacerlo y darle mucho amor, pero tal vez había exagerado un poco.

─¿Qué puedo hacer para que te sientas mejor? ─Añadió besando suavemente el cuello del doncel, quien se dió la vuelta para verlo. Bueno, su novio no lo había hecho con mala intención, por lo que no podía estar enojado con él. ─Sigues estando igual de bonito, puedo comprar otro vestido para ti, uno más hermoso, ¿te parece? ─Seokjin sonrió acercándose para abrazarlo, o hasta donde su abdomen le permitía.

Se sentía afortunado de recordar cada día, que Namjoon era el hombre con el que se casará en dos semanas, con el que tendrá un bebé, y con quién vivirá el resto de su vida. Estaba feliz de saberlo, e incluso si no se sentía inseguro con su cuerpo el mayor se encargaba de recordarle lo sexy que era para él y lo mucho que le excitaba.

─Tú eres un tonto. ─Sonrió pasando sus brazos alrededor del cuello contrario, dejando caricias en los cabellos de su nuca, mirándolo con intensidad, quería que sintiera todo el amor que tenía en su corazón para él.

─Un tonto por ti. ─Beso su mejilla causando un leve sonrojo en el menor. Namjoon siempre tenía algo que decir, pero a pesar de eso, lo tomaba por sorpresa haciendo que su corazón se acelerara. ─Entonces es un hecho, un nuevo vestido para mí sexy prometido.

Seokjin sintió el cosquilleo conocido en su abdomen, eran los pequeños detalles los que aceleraban su corazón y llenaban su alma de calidez y pureza, Namjoon era eso y más, a pesar de todo, siempre lo miraba con esa dulzura que lo caracteriza.

─Te amo. ─Añadio el doncel juntando sus labios en un beso tierno y pausado, Namjoon acomodo el cuerpo de su novio sobre su regazo, dónde tenía acceso a sus muslos y su trasero. ─Ya ni siquiera puedo abrazarte bien. ─Se rió suavemente apoyando su frente sobre el pecho contrario.

Namjoon mientras tanto se encargó de acariciar los cabellos de novio con cuidado, el embarazo de Seokjin los había unido más de lo que ellos creían o esperaban, la visita del castaño a sus padres fue como una tortura para ambos, no habia noche que no se llamarán o mensajearan todo el día. Seokjin extrañaba a su amor y Namjoon igual, quería tenerlo entre sus brazos y no dudaba en decirlo todos los días, tratando de adelantar el regreso de su chico.