𝗼𝗻𝗲

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#𝗘𝗱𝗮𝗱

𝗮𝗾𝘂𝗶𝗻𝗶𝘁𝗮/𝗘𝘂𝗴𝗲𝗻𝗲 | 14

𝗗𝘂𝘅𝗶𝘁𝗮/𝗜𝘀𝗮𝗯𝗲𝗹𝗹𝗮 | 15

𝗗𝘂𝘅𝗶𝘁𝗮/𝗜𝘀𝗮𝗯𝗲𝗹𝗹𝗮 | 15

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𝗖𝗮𝗺𝗽𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼

Eugene, una chica de 14 años demasiado antisocial... Nunca salía de su hogar a menos que tuviera que ir a la escuela. Pero ni eso... Sus padres, al ver esta situación, decidieron llevarla a un campamento de verano para que pudiera conocer al menos a una persona.

se subió al autobús que la llevaría al campamento de verano. No estaba emocionada de estar allí, pero sus padres insistieron en que era una buena oportunidad para hacer amigos.

Eugene se sintió abrumada por la cantidad de caras desconocidas que la rodeaban. Siempre había sido una chica reservada, y la idea de interactuar con tantas personas nuevas la ponía nerviosa. Se mantuvo alejada de los grupos que se formaban, observando desde la distancia con sus ojos verdes.

Mientras tanto, Isabella, una chica de 15 años con una sonrisa radiante, se acercó a ella. "Hola, soy Isabella", dijo con una voz amable. "¿Cómo te llamas?"

Eugene se sorprendió por la amabilidad de Isabella y se sintió un poco más cómoda. "Me llamo Eugene,Pero me dicen aquinita.", respondió con una voz suave.

Isabella se sentó a su lado y comenzaron a hablar. Eugene se dio cuenta de que Isabella era diferente a las demás chicas del campamento.

A medida que pasaban los días, Eugene e Isabella se volvieron inseparables. Compartían secretos, risas y aventuras. Eugene se sintió como si hubiera encontrado una verdadera amiga, algo que nunca había experimentado antes.

Pero lo que Eugene no sabía era que sus sentimientos hacia Isabella iban más allá. Comenzó a sentir algo extraño desde lo profundo de su corazón, algo que la confundía y emocionaba al mismo tiempo.

Isabella y Eugene Participaron en varios juegos de la semana para divertirse en el campamento. Jugaron a escondite, carreras de sacos, y hasta organizaron un concurso de talentos.

Eugene se sintió cada vez más cómoda con Isabella, y empezó a disfrutar de su compañía más que nunca. Empezó a notar detalles pequeños de Isabella, como la forma en que sonreía cuando ganaba un juego, o la forma en que su cabello brillaba bajo el sol.

A medida que pasaban los días, Eugene se dio cuenta de que sus sentimientos hacia Isabella iban más allá de la amistad. Empezó a sentir mariposas en el estómago cuando Isabella estaba cerca, y se sintió emocionada al pensar en pasar más tiempo con ella.

Un día, mientras estaban jugando a un juego de cartas, Isabella se inclinó hacia Eugene y le susurró "Eres muy divertida, Aquinita". La castaña se sintió un shock de electricidad en su cuerpo, y se dio cuenta de que estaba enamorada de Isabella.

Eugene se sintió nerviosa y emocionada al mismo tiempo. No sabía cómo reaccionar, así que decidió guardar sus sentimientos para sí misma. Pero no podía evitar mirar a Isabella de una manera diferente, con una admiración y un cariño que antes no sentía.

Isabella, por su parte, había notado el cambio en Eugene. Se había dado cuenta de que Eugene la miraba de una manera más intensa, y se sentía halagada y feliz.

Un día, mientras estaban caminando por el bosque, Isabella se detuvo y se volvió hacia Eugene. "Eugene, ¿puedo preguntarte algo?", dijo con una sonrisa.

Eugene se sintió nerviosa, pero asintió con la cabeza. "Claro, ¿qué es?", preguntó.

Isabella se acercó un poco más y dijo: - "No,Ya me olvide." Eugene comenzo a reirse y la contraria Tambien.

Eugene se sintió como si estuviera flotando en una nube. No podía creer que Isabella sentía lo mismo que ella. "Te quiero, Duxita". respondió con una sonrisa tímida.

Isabella se acercó un poco más y tomó la mano de Eugene. "Me alegra mucho", dijo con una sonrisa radiante. "Quiero pasar más tiempo contigo, Eugene. Quiero conocer más sobre ti".

Eugene se sintió emocionada y feliz. Nunca había sentido algo así antes.

- "Yo también quiero pasar más tiempo contigo" -, respondió.

Y así, Eugene e Isabella comenzaron a pasar más tiempo juntas. Se sentaban juntas en las comidas, se daban paseos por el bosque y se contaban secretos. Eugene se sentía como si hubiera encontrado a su alma gemela.

Un día, mientras estaban sentadas en la orilla del lago, Isabella se volvió hacia ella y le dijo:

- Eugene, ¿quieres ser mi novia? - pregunto Demasiado nerviosa Mientras que la contraria se sintió un shock de felicidad y respondió:

"Sí, quiero".

 ჺჺㅤㅤ>̲̲ᗢ<̲̲ㅤfɑɩɩ ꪱᥒ ℓꪮѵᧉㅤㅤ🍞̶꤬ㅤㅤゑ (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora