¡FANFIC DE FORMULA 1, SI NO TE GUSTA NO LEAS Y EVITA TUS MALOS COMENTARIOS!.
¿Se han preguntado porque las personas a las que estamos dispuestas a dar alma y cuerpo no están dispuestas a dar todo por nosotros también?.
Bueno, esta es la Historia de...
Ya habían pasado 4 días desde mi llegada a Mónaco, además de cumplir con el poco trabajo que había, muchas veces sacaba el tiempo de recorrer la ciudad de Montecarlo con Sainz y Rebecca. Una ciudad hermosa y llena de un ambiente muy tranquilo e agradable.
Me agradaba pasar tiempo con Montie, llamaba a Alice para saber cómo iba todo allí, y todas las noches hacíamos "pijamadas virtuales" junto con Montie.
Las noticias habían parado y junto con eso mi ansiedad. Parecía que a pesar de que había pasado muy poco tiempo las cosas empezaban a mejorar para mi.
Eso creía.
- Ha sido increíble esta noche Alice, pero Isa tiene que madrugar, Recuerda que Carlos te invito a las prácticas -
Volteo a mirarme y me regalo una sonrisa, le di la razón y ambos nos despedimos de Alice para echarnos en la cama que tenía cada uno en la habitación.
- ¿Crees que los rumores vuelvan ahora que pasare unos días con Sainz? -
Mire a Montie con una expresión melancólica, antes de que pudiera responder me llegó un Mensaje del español.
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Me quede un rato mirando el chat pensando en las posibles noticias que pueden llegar a salir al ver llegar a Carlos con alguien que no es su novia.
No, no pasará nada.
Tal vez nadie me reconozca, son dos profesiones muy diferentes y yo nunca he hablado algo que tenga que ver con las carreras.
Puse una alarma y apagué el teléfono, lo dejé a un costado y mientras agarraba el sueño empecé a platicar con Montie, necesitaba dejar de pensar todo lo malo.
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Al despertar, fui directamente al baño, me duché, me cepillé y intente descifrar cómo ir vestida, ¿Muy elegante? ¿O tal vez casual?.
Preferí empezar con mi cabello, el ruido despertó a Montie, aprovechando me aconsejó con la vestimenta, ambos llegamos a la conclusión de que un vestido blanco sin tanto detalle sería perfecto.
En un pequeño bolso eche lo que me pareció esencial y tome la tarjeta que me había dado Sainz anteriormente, me despedí de Montie y baje a esperar al Español en la recepción del hotel.
5 minutos después, este bajo, traia una chaqueta muy llamativa de color rojo, tenía logos de lo que parecían ser patrocinadores, no lo cuestioné y solamente lo saludé con un beso en la mejilla, nos dirigimos al carro y este empezo a manejar.
No tardo mucho en calentarse el carro, el calor se hacía insoportable.
- No falta tanto para llegar -
Dijo Carlos, aún así abrí un poco la ventana y me acerqué para refrescarme un poco.
