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Era alrededor de la media noche cuando Jungwon regresó a casa. Entró silenciosamente y a oscuras, pero la luz de la lámpara de la sala se encendió dejándole ver la verdadera furia de Yang Soomin.
—Yang Jungwon ¿Dónde estabas?
Su madre se pone de pie, estaba envuelta en su bata de flores con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
—Solo... salí a dar una vuelta.
—No me mientas.
¿Cómo podría explicarle a su madre lo que pasó? Sería vergonzoso.
—¿Te viste la cara? ¿Viste tu cabello? ¿Vienes de una pelea?
—No, mamá, no vengo de una pelea.
—¿Por qué estás comportándote de esta forma? Tú no eres así, no es lo que yo te enseñé.
—Perdóname por decepcionarte —Jungwon juega con sus manos mientras intenta pensar en algo que decirle, aunque no le gusta mentir.
—No se trata de decepcionarme, tú no actúas de esta forma, ¿Desde cuando me desobedeces? Usando a tu hermana para cubrirte ¿Desde cuando te escapas de casa y vuelves a estas horas? ¿Crees que no estaba preocupada?
—Lo siento...
—No has respondido mi pregunta ¿Dónde estabas?
—Fui a ver a Jay —confiesa.
—Mírame, Yang Jungwon —él alza su mirada y la observa con culpabilidad—, ¿Lo golpeaste de nuevo?
—No, mamá, no lo golpeé, yo solo... necesitaba hablar con él.
—¿Ah sí? ¿Y de qué hablaron?
—Solo le exigí disculpas.
—¿Y lo hizo?
—Sí, lo hizo.
—¿Qué hay de tu aspecto? ¿Todavía vas a seguir mintiendo?
—No lo golpeé, mamá —Jungwon insiste, pero entiende que para su madre será difícil buscar otra explicación al desastre de su persona.
—Que me mientas es lo que me decepciona, Jungwon.
No responde, porque no sabe qué decir sin estropearlo aún más.
—Estarás castigado otra semana, esto no lo voy a pasar tan fácilmente jovencito, yo no te crié así.
—Lo siento, mamá.
—Toma un baño y ve a dormir, mañana me ayudarás en la cafetería, hasta que regreses a la escuela la semana siguiente.
Vio a su madre ir por el pasillo hasta su habitación mientras que él comenzaba a subir las escaleras hasta su habitación. La puerta de la habitación de su hermana se abrió en cuanto estuvo a punto de entrar a la suya.
