Casi una semana había pasado desde el emocionante concierto de Alaska. Richard se encontraba frente a la casa de su hermano Neymar, listo para cumplir la promesa que le hizo a Graciela. Su sobrina, una ferviente admiradora de la cantante, estaba a punto de vivir un día inolvidable. Al estacionar su coche, Richard vio cómo la puerta se abría lentamente. De repente, una figura menuda salió disparada hacia él con una sonrisa radiante. Era su sobrina, de diez años, con sus rizos rebeldes y unos ojos cafés que brillaban de emoción. Richard la levantó en el aire con un abrazo cálido y lleno de afecto, contagiado por la alegría infantil de la pequeña. Juntos, entraron a la casa de Neymar, "¿Cómo esta lo mas hermoso de esta casa?" dijo el muchacho observando como su hermano se levantaba del sofá "bien tío estaba con mi papá jugando" dijo tiernamente la niña, el futbolista bajo a su sobrina y se dirigió a abrazar a su hermano, conversaron un rato hasta que el mayor habló "¿qué te trae por acá? Siempre avisas cuando vas a venir, ¿paso algo?" dijo Neymar a Richard, este último realizo una negación con su cabeza, dándole a entender que todo esta bien "De hecho venía por Celeste" dijo con una sonrisa Al escuchar su nombre, Celeste dejó de prestar atención a sus juguetes y miró emocionada a su tío. "¿Sí?", preguntó expectante. "¿Quieres ir al concierto de Alaska conmigo?" Celeste no podía contener la emoción y asintió rápidamente. Miró a su padre con ojos suplicantes, y Neymar fingió pensar unos segundos antes de aceptar con una sonrisa. Después de un rato de charla familiar, Richard decidió despedirse. "Vendré por Celeste alrededor de las dos de la tarde. Por favor, tenla lista", dijo mientras se despedía de su hermano, quien simplemente asintió, despidiendo al futbolista.
Ya era hora de entrar al estadio donde se llevaría a cabo el concierto. Celeste estaba desbordante de emoción, pues era una gran admiradora de la música de Alaska. A pesar de que sus padres inicialmente la consideraban demasiado joven para asistir a un concierto, hoy finalmente cumpliría su sueño. El concierto comenzó y Richard estaba encantado de ver a su sobrina tan feliz. Si ella estaba contenta, él también lo estaba profundamente. Sin embargo, también sentía cierta preocupación. Por un lado, estaba ansioso porque Celeste pudiera conocer a la cantante en persona, como le había prometido. Por otro lado, si su plan fallaba, se resignaría a dejarlo como un amor platónico. A medida que el concierto llegaba a su fin y Alaska se preparaba para su despedida habitual al público, Richard divisó a la manager de la cantante acercándose a él. "Hola, señor Ríos", lo saludó la manager. Richard devolvió el saludo con cortesía. "Aquí le entrego estas dos boletas VIP. Tan pronto como termine el concierto, diríjase por el pasillo a la izquierda y muestre estas boletas a los guardias para que lo dejen entrar al camerino de Alaska. Nos vemos en un momento", añadió Graciela antes de darse la vuelta y dejarlo solo. Pasaron unos diez minutos y Richard se encontró junto a Celeste en brazos, mostrando las boletas a los guardias que los dejaron ingresar tras el escenario. En ese momento, notó a Graciela apareciendo a su lado. "Por aquí, señor Ríos", le indicó. A pesar de estar emocionado, Richard también se sentía nervioso, aunque no entendía exactamente por qué.
Richard siguió a Graciela hasta una habitación con el nombre "ALASKA" en la puerta, sintiendo un torbellino de emociones en su interior. Al escuchar la suave invitación de la voz que reconocía tan bien, sintió que el tiempo se detenía. Con paso vacilante, Graciela abrió la puerta y allí estaba ella, Alaska. Desde la distancia ya era una visión impresionante, pero a pocos pasos de ella, Richard se sintió abrumado por la radiante belleza de la cantante, con sus pecas danzando sobre su piel. Por un instante, se quedó inmóvil, capturado por la presencia magnética de Alaska. Fue entonces cuando notó que Celeste se movía en sus brazos, ansiosa por encontrarse con su ídola. Con delicadeza, Richard la dejó en el suelo y la pequeña corrió hacia Alaska. La cantante, al verla, se arrodilló con una sonrisa cálida y abrió los brazos. Celeste no dudó ni un segundo y se lanzó a sus brazos, envolviéndola en un abrazo tierno y emocionado.
Richard fue un mero espectador de aquel momento tan hermoso. Observó cómo el abrazo entre Celeste y Alaska llegaba a su fin, dejando a su sobrina con una sonrisa radiante. La cantante, con una voz dulce, rompió el silencio: "¿Cómo te llamas, nena?" Celeste susurró su nombre con timidez antes de expresar con emoción: "Soy tu mayor fan, te quiero muchísimo." La pequeña volvió a abrazar a Alaska, quien correspondió con calidez y admiración por la ternura de la niña en sus brazos. "Estoy muy feliz de conocerte. Yo también te quiero mucho", respondió Alaska con una sonrisa genuina. Luego, continuó: "¿Quieres que te dé un autógrafo? ¿Trajiste algo específico que quieras que firme?" En ese momento, Celeste rompió el contacto visual con Alaska para mirar a su tío. Este gesto simple hizo que tanto la cantante como el futbolista encontraran sus miradas, como si el tiempo se detuviera a su alrededor. En ese instante, ambos sintieron un resplandor único y especial, una conexión que solo se experimenta una vez en la vida. Alaska inclinó la cabeza, mirando a Richard, intentando encontrar alguna explicación a la intensidad del momento. Era la primera vez que sentía algo así, algo que resonaba profundamente en su corazón.
¡Hola a todos! Espero que les haya gustado el capítulo de hoy tanto como a mí, ya que por fin nuestros protagonistas están juntos en la misma habitación. Por otro lado, hoy no tengo una canción específica para compartir, pero me encantaría que me comentaran qué canciones les vienen a la mente al leer esta historia. Puede ser alguna canción relacionada con estos cuatro capítulos, con los protagonistas, o incluso canciones que creen que podrían relacionarse con la historia en el futuro. ¡Espero sus sugerencias musicales y gracias por seguir acompañando esta historia!
BESOS
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BUT DADDY I LOVE HIM x Richard Ríos
أدب الهواةAlaska, la cantante del momento, está en pleno proceso de promoción de su nueva música cuando atraviesa una dolorosa ruptura sentimental. Es en ese momento de vulnerabilidad que conoce a Richard Ríos, un hombre con una reputación cuestionable. A pes...