CAPITULO 2

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La mañana llegó demasiado pronto para Jaemin, quien ni siquiera había logrado dormir por la expectación.

Pasó gran parte de la noche y madrugada imaginando los distintos escenarios a los que se sometería en esos días.

El gran líder alfa llegaría esa tarde y aún no se sentía preparado para pararse delante de él y enfrentarlo. No obstante, estuvo demasiado tiempo pensando en ello como para retractarse ahora.

Jaemin no era de los que se rendían sin por lo menos intentarlo.

Estaba preocupado y ansioso y por mucho que tratara de ocultarlo, algo le decía que Taemin también.

Su fámulo caminaba a su lado con la misma mirada inexpresiva de siempre. A pesar de saber aquello que decían de los betas sobre sus emociones, Jaemin siempre pensó que Taemin era diferente.

Él lo quería, aunque no lo dijera.

-Joven amo, buenos días.

Una beta lo saludó, y luego de hacer una ligera reverencia frente a él, continuó con su camino. Iba cargada de telas que seguramente ordenó la condesa.

Esa mañana la mansión estaba más movida que cualquier otra.

Todos los empleados se movían de un lado a otro cargando todo tipo de cosas.

Sin duda alguna la condesa quería dar una buena impresión; necesitaba demostrar que era una omega capaz de cumplir con plenitud lo que se esperaba de ella.

No solo dejar en claro que podía con el cuidado de una casa, sino dejar en evidencia que podía tenerlo todo bajo control sin la necesidad de un alfa.

Después de todo, eso era lo que se esperaba de ella.

-Está tan desesperada... -murmuró Jaemin con una sonrisa ladeada.

Taemin lo miró pero no dijo nada, solo le hizo un ademán con la cabeza para que continuara caminando hacia su destino.

Jaemin le hizo caso y avanzó por los pasillos hasta llegar frente a una gran puerta roja con umbral dorado al final del pasillo.

Una genuina sonrisa se dibujó en sus labios al percibir el aroma de frutos rojos ingresar por sus fosas nasales.

-Giselle -llamó con voz suave, dándole cortos golpes a la puerta con la intención de no hacer mucho ruido.

Nadie le respondió.

El ceño de Jaemin se frunció.

-Giselle. -Volvió a llamar.

Silencio.

-Giselle. -Intentó de nuevo pero esta vez dando golpes más fuertes -. ¡Giselle! ¡Giselle!

Ante el pánico que invadió a Jaemin, Taemin lo tomó con fuerza por los hombros para impedir que siguiera golpeando con tanta insistencia porque podría lastimarse.

El omega miró al beta asustado y este solo lo hizo a un lado para posteriormente tomar el pomo de la puerta y abrirla.

Jaemin conocía las reglas en esas situaciones; siempre detrás de Taemin, pero no era algo que él obedeciera, sobre todo si se trataba de su hermana.

-¿Giselle? -insistió una vez que se encontró en el interior de la recámara. Rebuscó por todo el lugar y no la encontró.

Se sintió ahogado. Giselle no tenía permitido salir de su habitación, y por su estado tampoco era algo que podía pedir.

La joya del alfa ⚝ NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora