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La mañana en la oficina fluyó con bastante tranquilidad, era tiempo de invierno, así que el ambiente para trabajar era bastante cómodo.

—Abigail, ¿Puedes ir con el jefe de la oficina? —Dirigí mi rostro hacia Verónica, mi compañera de oficina — Necesito que le entregues este papeleo, tengo que ir con el Sub director de administración —Asentí, mis manos tomaron el grueso tomo de hojas— Gracias, Abi. — Me dió una pequeña sonrisa antes de desaparecer de mi vista.

Camine lentamente hacia la oficina de Santiago, Mi jefe de oficina, realmente nunca le dirigí mucho la palabra, era alguien bastante serio, pero dentro de lo que cabe me trataba, finalmente llegué y toque la puerta con dos suaves golpes, nadie respondió.

—Uh, ¿Se encuentra, Jefe?— eleve un poco mi voz para que del otro lado de la puerta se pudiera escuchar. No pude persivir un solo sonido, así que decidí abrir para verificar, abrí lentamente la puerta asomando mi cabeza por detrás de esta.

— Oh —Me quedé estática por un momento, El jefe se encontraba levemente encorvado, tratando de sostenerse con el escritorio de la oficina, levanto levemente la mirada hacía mí, se mostró un tanto avergonzado— ¿Se encuentra bien?— Pregunté, un tanto preocupada.

—Ah, Sí, sí —Su voz salió muy apenas, se encontraba agitado—¿Qué necesitas? —me quedé un segundo en silencio, notando su comportamiento— Mi compañera me dijo que le trajera estos archivos. —El asintió, parecía no prestar mucha atención por su mirada perdida— dejalos en el escritorio...—Mis manos fueron lentas al dejar los archivos en el escritorio.—Gracias, puedes retirarte —Lo ví como con dificultad tomaba asiento en su silla.

—De nada—Lo observé por última vez antes de salir por la puerta, me quedé unos segundos a la par de esta y pude escuchar suaves jadeos, me quede estática, pero reaccione rápidamente y me aleje rápidamente de ahí.

Cuando regrese, ahí se encontraba Verónica—¿Todo bien?, Te vez un poco colorada —dijo sin mucho interés— Ah, Sí, todo bien—Respondí con la mentira incustada en mi boca, me sentía sumamente abochornada.

Ese suceso fue el inicio de una relación sumamente extraña entre el Jefe y yo.




(.)




No estoy acostumbrada a escribir más episodios, así que será una historia corta ( de unos tres capítulos como máximo)

Disfruten la lectura!!

(No he revisado errores ortográficos)

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