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Viernes por la noche, mi cuerpo se encontraba cansado después de una jornada laboral en la oficina, necesitaba llegar a mi casa y comer algo ligero para después acostarme en mi suave cama, ansiaba tanto eso.

—Abi, ¿Te vas tan rápido?—Veronica paro mi caminar hacia el elevador. —uh, Sí—Dije apenada—El rostro de la contraría formó un puchero y tomo mi brazo—¡Vamos!, Es viernes por la noche, vamos a tomar un rato con los de la oficina —meneo un poco mi brazo en forma de berrinche—Te llevaré a casa sana y salva —Afirmo ella.

—Esta bien, Vero...—No supe demasiada resistencia, Verónica siempre cumplía sus promesas, y regularmente nos íbamos del bar mucho antes ya que Veronica me veía cansada, era una compañera muy leal. Me dió una gran sonrisa para pasar juntas al elevador, ella todavía aferrándose a mi brazo. —Sabes que te quiero mucho Abi —dijo con una sonrisa, yo solamente asentí.

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El lugar era bastante oscuro, con luces bastante tenues de tonos cálidos, un lugar bastante acogedor, Verónica y yo nos encontrábamos en una mesa bastante larga con algunos colegas de la empresa.—¿Desean otro trago de Vodka?—un barman se acercó a la gran mesa, no le tome mucha importancia hasta que por la gran puerta del lugar entro el jefe de nuestra oficina, se veía un poco cansado, desvíe con rapidez mi mirada, cada que lo veía recordaba lo sucedido aquella vez en su oficina, era demasiado vergonzoso.

—¿Todo bien?—Pregunto Verónica, Su mirada se dirigió a la entrada— Oh...—escuche una pequeña risa por parte de ella. —No te rías Vero...—Mis manos cubrieron mi rostro con vergüenza.

—¡Buenas noches Jefe!—Algunos compañeros saludaron cordialmente, yo simplemente guarde silencio y observe sentarse en la mesa de alado, no le tome mucha importancia, no quería que todos mis pensamientos fueron dirijidos al jefe en esta noche de descanso.

La noche tranquila se convirtió en algo más alocado para mí gusto, Verónica se encontraba charlando con un chico que en mi vida había visto, pero a mí compañera se le veía bastante animada, así que preferí no intervenir, así que decidí salir a fumar un cigarrillo; camin me tranquilamente a una terraza del lugar, el cambio de sonido me encandiló un poco, la terraza era mucho más tranquila y solamente se escucha el suave sonido del viento, suspiré cansada.

—oh, lamento interrumpir...— una voz bastante desconocida sonó atrás de mí.

—No se preocupe, no me molesta la compañía —Dije con una suave sonrisa en mi rostro, era mi jefe; mis manos se dirigieron a los bolsillos de mi chaqueta, prendí el cigarrillo con el encendedor y justo antes de meterlo a mi boca le ofrecí al jefe.

—¿Gusta un cigarro?— Observo la caja de cigarros y después dirigió su mirada a mí —No,no, muchas gracias, yo no fumo.—

—Lo siento, no sabía— aclare rápidamente, no quería quedar mal con mi actual jefe.

—no te preocupes, y de igual forma, puedes "tutearme", me siento viejo si me hablan de "usted" — Su voz sonó un poco mas suave, reflejando un ambiente más amistoso.

—Lo intentaré, es un poco raro hablar de "tú" a un jefe— mencioné con sinceridad, le dí una calada al cigarrillo, solté lentamente el humo, hacia el lado izquierdo evitando que el humo se dirijiera a la cara de mi jefe.

—Es entendible— soltó una pequeña risa ronca, mi bello se erizo un poco por su sonrisa, algo bastante raro.

Nos quedamos un rato en silencio, sentí que debía seguir la conversación, así que intente hacer que no se sintiera tan incómodo.

—y...¿Qué tal el trabajo?—pregunte fingiendo un poco más de seguridad.

—basante bien...—dijo para después colocar sus bolsillos en su chamarra, empezaba a hacer frío.

—¿Pesado?— volví a preguntar, está vez dirigiendo mi mirada a el, el asintió, observando mi rostro con curiosidad; al sentirme un tanto nerviosa reaccione rápidamente apagando mi cigarro en la pared más cercana. —¿Te vas a casa?—preguntó un tanto desconcentrado.

—Realmente no lo sé, mi amiga Verónica todavía se encuentra bastante entretenida — el soltó de una nuevo una risita,teniendo el mismo efecto en mí.

—Mm—Dijo mientras mecía su cuerpo—¿Quieres que te lleve a casa?, Si es que gustas claro, puedo pedirte un taxi.—

Me desconcerte un poco pero respondí rápidamente —Oh, no quiero molestar...—

—No es molestia, con gusto puedo llevarte a casa —

Tarde unos segundos en responder pero terminé accediendo, aunque muy en el fondo realmente me agradaba tanto que me tratara de esta forma.








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Nisiquera me dí cuenta que no estaba terminado el capítulo, fue un capítulo bastante x, quisiera darle más profundidad a la historia pq siento a los personajes muy vacíos idk

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