Ansiedad

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La ansiedad ha sido constante en mi vida, un espectro invisible que ha tejido sus hilos en mi existencia. Vivir en constante presión, estrés y tristeza no solo desgasta el espíritu, sino que también deja cicatrices profundas en el cuerpo. Esta realidad se materializó en mi diagnóstico de esclerosis múltiple y lupus, enfermedades que se ven exacerbadas, si no es que directamente causadas, por la depresión y el estrés.

Desde joven, me encontré sumergida en un mar de expectativas y responsabilidades. La presión de cumplir con las demandas académicas y sociales era abrumadora. Cada día se sentía como una batalla contra un enemigo invisible, y el estrés se acumulaba en mi mente y cuerpo, minando mi salud poco a poco. Este constante estado de alerta y tensión desgastó mi sistema neurológico, debilitándolo y haciéndolo susceptible a enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple y el lupus.

La tristeza se convirtió en una sombra persistente que coloreaba cada aspecto de mi vida. Las noches eran interminables, llenas de pensamientos oscuros y un vacío abrumador. La falta de apoyo emocional y el aislamiento amplificaron este sentimiento, convirtiéndolo en un peso insoportable. Esta tristeza crónica no solo afectó mi bienestar mental, sino que también tuvo repercusiones físicas, debilitando mi sistema inmunológico y contribuyendo al desarrollo de mis enfermedades.

El trauma del abuso sexual dejó una herida profunda y duradera en mi alma. Las cicatrices emocionales y psicológicas de esta experiencia se manifestaron en un constante estado de ansiedad y desconfianza. TENGO PROBLEMAS DE CONFIANZA. Este trauma no solo fracturó mi percepción de seguridad y autoestima, sino que también se convirtió en un factor clave en el deterioro de mi salud neurológica. La constante reviviscencia de estos eventos traumáticos mantenía mi sistema nervioso en un estado de alerta continua, agotándolo y debilitándolo con el tiempo.

Los problemas familiares y con mi papá, añadieron una capa adicional de estrés y tristeza a mi vida. Las tensiones y conflictos dentro del hogar crearon un ambiente de inestabilidad y ansiedad. Además, la falta de apoyo emocional de mi padre dejó un vacío significativo en mi vida. La ausencia de una figura paternal que me brindara apoyo y comprensión profundizó mi sentimiento de soledad y abandono. Esta carencia de apoyo emocional fue un factor determinante en mi caída en la tristeza y en el desarrollo de mis enfermedades.

El estrés y la ansiedad se convirtieron en un círculo vicioso en mi vida. Cada episodio de estrés exacerbaba mis síntomas, y cada brote de enfermedad aumentaba mi ansiedad y tristeza.

Quiero que sepan que  comprender esta dinámica fue crucial para iniciar el proceso de sanación y aprender a manejar mis emociones y mi salud de manera más efectiva.

Reconocer el impacto de la ansiedad, el estrés y la tristeza en mi vida y en mi salud fue el primer paso hacia la sanación. A través de terapia, apoyo emocional y el apoyo de mi hermosa novia, comencé a reconstruir mi vida. Aprender a identificar y gestionar mis desencadenantes de ansiedad me permitió romper el ciclo vicioso y encontrar un equilibrio en medio del caos. Este viaje de sanación es continuo, pero cada paso que doy me acerca a una vida más plena y saludable.

Todo cambio (HISTORIA REAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora