Chapter thirteen

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"Auroras boreales"

1990

Macarena

Micky y yo nos encontrábamos en la habitación del hotel charlando, yo encima de su pecho. Solo me quedaba unas horas en México y queríamos disfrutar la presencia del otro.
- ¿Tienes algún sueño Micky?
- ¿Qué esa pregunta Mar? Dijo carcajeando.
- No sé, quiero conocerte más.
- ¿Ah, si? Dijo mirándome.
- Si.
- Pues, creo que no tengo ningún sueño.
- Eso es mentira, seguro que tienes muchos. Dije levantándome de su pecho reprochándole.
- Pues no se me ocurren ahora mismo Mar. ¿Tú tienes sueños?
- Muchísimos. Pero hay uno muy especial.
- ¿Cuál es? Dijo mirándome curioso.
- Ver una aurora boreal.
- ¿En serio? Dijo sonriendo.
- ¿Te estás riendo de mi sueño? Dije "ofendida"
- ¿Como me voy a reír de tu sueño? Simplemente no lo esperaba.
- Me encantan las auroras boreales. Son bellas siempre. ¿Sabías que emiten sonidos?
- No, no lo sabía. Dijo Micky con un brillo en los ojos mirándome atento. Pero, ¿que son exactamente?
- A ver si se explicarme. Cuando las partículas se encuentran con el escudo magnético de la Tierra, son atraídas hacia un óvalo magnético que rodea el Polo Norte donde interactúan con las capas superiores de la atmósfera. La energía que se desprende son las auroras. ¿Me he explicado bien?
- Demasiado diría yo. Dijo riendo.
- Me gusta la meteorología. Dije elevando mis hombros. Me encantaría presenciar una.
- Te llevaré a verlas, ¿okey? Dijo cogiéndome la cara.
Yo me limité a asentir y sonreír. Me hacía feliz que quisiera cumplir mi sueño.
- Me encantaría llamar a mi hija Aurora.
- ¿Tanto te gustan las auroras boreales?
- Me encantan. Reí.
- Entonces tendré que llevarte a verlas pronto. Río.
- ¿En serio no tienes ningún sueño? Dije mirándolo.
- Es muy difícil que mi sueño se cumpla Mar. Dijo tocándome el pelo.
- No creo. A ver, cuéntame. Dije incorporándome un poco
- Mi sueño es volver a ver a mi mamá. Dijo mirándome con un gesto de pena.
- Aish, Micky. Dije volviéndome a acostar en su pecho dándole caricias. ¿Sabes lo que creo?
Este negó con la cabeza.
- Que si la volverás a ver, se que te está esperando afuera y espero estar presente para demostrártelo.
- Ojalá eso fuese verdad.
- ¿No crees en mi palabra? Dije mirándolo.
- Por supuesto que la creo. Dijo carcajeando.
Miré la hora en un reloj de pared que se encontraba en la habitación y suspiré. Tenía que irme al aeropuerto y no quería. Micky a partir de ahora comenzaría su gira y yo mis grabaciones, así que no sabría cuándo volvería a verlo.
- Tengo que recoger ya. Dije levantándome de la cama.
- ¿Ya? Quédate un ratito más. Dijo tirándome junto a él.
- Lo menos que quiero es irme, pero no quiero perder ese vuelo. Dije dándole un beso y levantándome de la cama para empezar a recoger.

(...)

Ya estaba despidiéndome de Micky. Había sido un viaje precioso, donde había conocido muchas partes de Ciudad de México, pero solo lo iba a echar de menos a él.
- Cuídate mucho, ¿vale? Dije soltándome del abrazo. Vas a tener una gira maravillosa. Dije dándole un beso en la mejilla.
- Eso espero. Sonrío. Cuídate, hermosa. Dijo dándome un leve beso.
Me subí al coche que pasó a buscarme al hotel y con un leve saludo de manos me despedí finalmente. Quería quedarme con él, pero mi casa me esperaba.














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𝑪𝒐𝒏𝒕𝒊𝒈𝒐 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒅𝒊𝒔𝒕𝒂𝒏𝒄𝒊𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora