† Prólogo †

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⛓️ El demonio es una

parte oscura de

nosotros mismos ⛓️






El pequeño e indefenso animal permanecía sentado sobre la mesa, lamiendo sus patas, incapaz de presentir que el peligro estaba a solo unos pasos de él. Aunque pequeño, con un rostro angelical, aquel niño era un demonio en potencia.

Bajó la mirada al cuchillo que sostenía en su diminuta mano, luego con frialdad volvió a observar al gato sobre la mesa de su cocina que ni siquiera era suyo, sino de su vecina.

Sonrió, pero no era una de esas sonrisas de un niño tierno que una persona ve y muere de amor. Te mataría, sí, un infarto era lo más probable que te causaría con esa sonrisa de desquiciado.

Se aproximó lentamente hacía su víctima. El gato lo miró, intentó tirarse, sin embargo él lo atrapó. El indefenso animal maulló con fuerza al sentir el cuchillo siendo clavado en su estómago.

Cayó al suelo, aún vivo arrastrándose.

El niño ladeó la cabeza. La sangre que veía no le era suficiente, entonces volvió a acercarse al gato, esta vez clavando el cuchillo directamente en su cráneo con la suficiente fuerza para atravesarlo y lograr su cometido: matarlo.

Jungkook!

Su progenitora había llegado a casa. Vio la escena con pánico, su hijo de tan solo diez años permanecía junto al cuerpo del felino como si no fuese nada. La mujer lo observaba con terror, más aún cuando lo vio ponerse de rodillas para arrancar el cuchillo de la cabeza del gato.

-¿Qué haz hecho? -preguntó sin aliento, casi al borde de las lágrimas.

Sabía desde hace tiempo que su hijo no era un niño normal. Tenía comportamientos de psicópata, incluso por eso mismo lo habían expulsado de mas de una escuela. Nadie lo quería cerca, todos le tenían miedo.

-No me agradaba.

-Pero eso no te da derecho a matarlo. Es solo un animalito.

-¿Y qué?

La mujer tragó saliva con dificultad al tener la mirada de su hijo sobre ella. Cuando no tenía ese tipo de comportamientos parecía un niño como cualquiera, tierno, cariñoso y eso era lo que más pavor le daba a su madre, que podía dejar de ser un ángel y convertirse en el mismo Satanás en cuestión de segundos.

-¿Me matarías si no te agrado?

La mayor temió ante el silencio del pequeño. Él miró el cuchillo sangriento en su mano y luego negó.

-No -contestó seguro-. A ti no te haría daño nunca, mami.

Y ahí estaba. Su mirada cambió, sus grandes ojos negros se iluminaron como dos faros de luz brillantes. Caminó hasta ella con una sonrisa diferente, una inocente, una que cualquiera que haya visto lo que acababa de hacer hace minutos, no creería que le pertenecía al mismo niño.

Estiró el cuchillo hacia su madre, se lo estaba entregando y ella con su mano temblorosa lo tomó.

-Te quiero, mami. Avísame cuando la cena este lista, por favor.

Se dio la vuelta para verlo irse saltando como si nada. Ahí ella entendió algo, debía actuar cuanto antes si quería evitar que su hijo en el futuro fuese un problema para la sociedad. Jungkook necesitaba ayuda urgente.

Psicópata // JJK +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora