En este universo alternativo, Izuku fue elegido para ser el sucesor de All Might. Y durante su quinto mes de su entrenamiento de diez meses, Izuku regresaba a casa del mercado, hasta que notó que personas sospechosas estaban haciendo algo extraño. P...
Era otro día ordinario en la ciudad de Musutafu, el sol brillaba intensamente y... Espera, ¿cuántas veces he dicho esto ya? En fin, mientras la ciudad seguía su curso habitual, dentro de la agencia de la heroína Mirko, ella estaba en su gimnasio privado. Mirko estaba sola, aprovechando el tiempo para entrenar intensamente.
[Insertar Música: Born to be Wild - Steppenwolf]
Con la música resonando por todo el lugar y levantando su ánimo, Mirko comenzó su entrenamiento con una serie de calentamientos dinámicos. Corría a alta velocidad alrededor del gimnasio, sus pies apenas tocando el suelo mientras se movía con agilidad. Después de unas vueltas, se detuvo bruscamente y se dirigió directamente a los sacos de boxeo, lanzando un golpe tan pronto como se encontró cara a cara con uno de ellos.
Delante de ella había tres sacos de boxeo uno al lado del otro. ¡Sí, tres! Después de golpear el primer saco, inmediatamente pateó el segundo y dio un cabezazo al del medio. Sus poderosos golpes y patadas hacían que los sacos se movieran violentamente, cada impacto resonando por el gimnasio. Alternaba entre patadas altas y bajas, atacando con una combinación devastadora de fuerza y velocidad. Los tres sacos de boxeo, hechos de material reforzado, soportaban la paliza, pero era evidente que estaban siendo llevados al límite.
Después de una secuencia brutal de patadas, Mirko pasó a las pesas. Tomó un par de mancuernas pesadas y comenzó una serie de levantamientos. Sus músculos se destacaban con cada repetición, mostrando su impresionante fuerza. Sin mostrar signos de fatiga, aumentó la carga y continuó con los ejercicios, su rostro enfocado y decidido, reflejándose en la pared de espejos.
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A continuación, Mirko se dirigió a un área con cuerdas de batalla. Sujetando las cuerdas firmemente, comenzó a moverlas con feroz intensidad. Las cuerdas ondeaban violentamente, cada movimiento poniendo a prueba su resistencia y poder. Su respiración estaba controlada y el sudor le caía por la piel mientras seguía empujando sus límites.
Después de unos minutos, dejó las cuerdas y fue a la barra de dominadas. Con impresionante facilidad, Mirko se levantó varias veces, sus movimientos fluidos y precisos. Variaba su agarre, probando diferentes músculos, sin parecer ralentizarse.
El siguiente desafío fue una serie de ejercicios pliométricos. Mirko comenzó a saltar sobre cajas de diferentes alturas, sus poderosas piernas impulsándola sin esfuerzo. Cada aterrizaje era controlado, y ella saltaba de nuevo de inmediato, aumentando la altura de las cajas con cada salto.
