oscuridad

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Al llegar a mi casa me quité la ropa, caminé desnudo al baño y me rasqué los pelos de mi pecho y abdomen, estaba en forma pero no me gustaba la sexualidad, ni si quiera quería pensar eso.
Me bañé y salí directo a mi cuarto, aún estaba desnudo y sin toalla, llegué y me tiré sobre las frías sábanas blancas, quería relajarme y no pensar nada ni nadie.
Afuera el viento chocaba contra las ventanas grandes, me puse ropa y me acomodé tranquilamente sobre la cama hasta que alguien toca la puerta. Bajo las escaleras corriendo y llegó a la puerta.
— quién?!
— soy Edgar, abre la puerta Demir.
Sonrió un poco y abro la puerta, afuera solo estaba el silencio y la oscuridad junto con el bosque, busqué y giré la cabeza por qué tal vez era una broma, unas voces venían del bosque, unas sombras se acercan lentamente hacía la puerta y las luces de afuera se apagan.
Me paralicé, era una trampa, afuera varios susurros pasaron a gritos desgarradores y las ventanas se estaban al borde de romper.
Las luces empiezan a parpadear de forma escandalosa y la oscuridad cubre la casa por completo, agarré un cuchillo y traté de mantener la cordura, por unas de las ventanas un ala grande parecida al de una mariposa se asoma y desaparece rápidamente en la oscuridad.
— ya déjenme en paz!
Grité pero la puerta empieza a romperse por algo que está afuera, una música de disco suena desde la oscuridad, quería llorar o correr, una ventana se empieza a temblar y casi romper.
Una figura extraña se dirige a mí y lanzo el cuchillo, todo se detiene y todo vuelve a la normalidad, exepto el cuchillo que lancé y una silla tirada.
Por el golpe de miedo me sentí mareado y caí al suelo sin poder pedir ayuda.

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los observadores: Saga Los Vigilantes #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora