Capítulo 5

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Sofía y Lucía se encontraron en un pasillo oscuro, sin saber qué hacer. Pero de repente, escucharon un ruido detrás de ellas.

"¿Quién anda ahí?" preguntó Sofía.

Una figura emergió de la oscuridad. Era un hombre alto y delgado, con ojos brillantes.

"Soy el Dr. Jenkins", dijo. "Y estoy aquí para ayudarlas".

Sofía y Lucía se miraron entre sí, sorprendidas.

"¿Cómo nos puedes ayudar?" preguntó Lucía.

El Dr. Jenkins sonrió.

"Conozco los secretos de la Dra. Lee", dijo. "Y puedo ayudarlas a detenerla".

El Dr. Jenkins las llevó a un laboratorio secreto, lleno de equipo de alta tecnología.


"Este es el lugar donde la Dra. Lee ha estado realizando sus experimentos", dijo. "Pero no es el único lugar. Hay otro laboratorio, más secreto, donde se llevan a cabo los experimentos más peligrosos".


Sofía y Lucía se miraron entre sí, preocupadas.


"¿Qué tipo de experimentos?" preguntó Sofía.


El Dr. Jenkins se detuvo, mirando alrededor nerviosamente.


"No puedo decirlo aquí", dijo. "Pero puedo llevarlas allí. Si quieren detener a la Dra. Lee, deben verlo con sus propios ojos".


Lucía asintió.


"Vamos", dijo. "Tenemos que detenerla".


El Dr. Jenkins las llevó a un ascensor secreto, que las llevó a un laboratorio subterráneo. Allí, vieron cosas que no podían creer...


En el laboratorio subterráneo, Sofía y Lucía vieron a personas conectadas a máquinas, con electrodos en sus cabezas. La Dra. Lee estaba allí, sonriendo.


"Bienvenidas", dijo. "Esto es el futuro de la humanidad. La mente controlada, la perfección".


Sofía y Lucía se horrorizaron.


"¿Qué has hecho?" preguntó Sofía.


La Dra. Lee se encogió de hombros.


"Lo que era necesario", dijo. "Y ustedes dos serán las próximas en unirse a mi experimento".


El Dr. Jenkins se adelantó.


"No lo permitiré", dijo. "No permitiré que sigas adelante con esto".


La Dra. Lee se río.


"Demasiado tarde", dijo. "Mi experimento ya ha comenzado. Y nada puede detenerlo".


De repente, las máquinas comenzaron a parpadear y las personas conectadas a ellas empezaron a convulsionar. Sofía y Lucía se miraron entre sí, aterrorizadas...


La Dra. Lee se acercó a una de las máquinas y activó un dispositivo. La persona conectada a ella comenzó a gritar, mientras su cuerpo se convulsionaba violentamente.


"¿Qué estás haciendo?" gritó Sofía.


La Dra. Lee se volvió hacia ellas, con una sonrisa.


"Estoy liberando su verdadero potencial", dijo. "Estoy creando una nueva raza de seres humanos, con mentes controladas y cuerpos perfectos".


Lucía se adelantó, furiosa.


"Detente", dijo. "Detente ahora mismo".


La Dra. Lee se rió.


"Demasiado tarde", dijo. "Mi experimento ya ha comenzado. Y nada puede detenerlo".


De repente, el Dr. Jenkins se lanzó hacia la Dra. Lee, intentando detenerla. Pero ella lo esquivó y activó otro dispositivo. El Dr. Jenkins cayó al suelo, inconsciente.


Sofía y Lucía se miraron entre sí, desesperadas. Tenían que detener a la Dra. Lee, antes de que fuera demasiado tarde...


Sofía y Lucía se lanzaron hacia la Dra. Lee, determinadas a detenerla. Pero ella las esquivó fácilmente, con una sonrisa.


"Son demasiado débiles", dijo. "No pueden detenerme".


Y con eso, activó el dispositivo final. Las máquinas comenzaron a parpadear rápidamente, y las personas conectadas a ellas empezaron a levantarse, con ojos vacíos.


"Es el fin", dijo la Dra. Lee. "El fin de la humanidad como la conocemos".

Bajo la Máscara de la VerdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora