Habían pasado algunos meses desde que Agatha había engañado a Vance.
Algunas cosas cambiaron para él. Al principio, podía sentir las miradas posadas sobre él cuando pasaba por los pasillos de la escuela. Murmuros y charlas silenciosas sobre él. Todo él peso sobre él.La tensión con el paso de los días y las semanas disminuía, aunque para Vance, de vez en cuando, pensaba que nadie podía dejar de juzgarlo por lo ocurrido.
Lo hartaba. Estaba harto. Harto de ser juzgado, harto de escuchar falsos rumores. Harto de escuchar justificaciones para Agatha. Harto de sentirse un perdedor incomprendido.
Aunque no todo era gris y triste como se aparenta. Tenía amigos, claro que sí. Pero... había alguien especial.
Bruce, Bruce Yamada.
Él era especial. Era especial porque no juzgó a Vance nunca. Era especial porque Vance podía ser él mismo, podía sacar su "verdadero yo" con el joven Yamada.
Todo de él era especial, todo de él era perfecto. Era más que perfecto, un ángel caído desde el lugar más hermoso en los cielos.
Buenas calificaciones, linda y perfecta sonrisa, hermoso pelo lacio, color obsidiana, ojos brillantes y rasgados... Vamos, ¿qué clase de chica no estaría enamorada de él?
Estaba agradecido se su compañía. Vance siempre decía que Bruce es su ángel de la guarda. Dice que llegó a su vida en el momento exacto donde necesitaba a alguien y no tenía a nadie.
𝑭𝒍𝒂𝒔𝒉𝒃𝒂𝒄𝒌:
El rizado se encontraba en las gradas de la cancha de baseball, completamente solo, con sus codos apoyados en sus rodillas y su cara descansando tristemente en sus húmedas y frías manos.
Acababa de mandar a la mierda a su novia y a uno de sus mejores amigos. No podía creerlo.
⸺ "¿Cómo se atreve a engañarme? Malditos... Son unos malditos idiotas, los dos." ⸺
Se dijo a sí mismo separando su cara de las palmas de sus manos, las cuales se cerraron en segundos a tal punto, de que la fuerza que se ejercía en ellas, aclaró sus nudillos a un pálido color blanco.
Estaba tan concentrado en sus manos y concentrado en su ira, que no se dió cuenta cómo un chinito entró a la cancha, sino, fue cuando el azabache tocó con cautela el hombro de el mayor, haciéndolo saltar levemente del susto.
⸺ "Ah, mierda..." ⸺
Exhaló llevándose la mano al corazón con un poco de exageración, cerrando sus ojos por un segundo.
⸺ "Me tomaste por sorpresa... Oh, pero si es el chico estrella." ⸺
Esbozó una débil sonrisa, secándose las lágrimas rápidamente, reincorporándose de su asiento.
⸺ "Vance... ¿Estás bien? ¿Por qué lloras?" ⸺
⸺ "No estaba llorando idiota." ⸺
Respondió molesto, aunque sabía que no podía mentirle, es decir, sus ojos y punta de la nariz estaban rojos y sus pestañas húmedas, y ni hablar de el tono quebradizo de su voz.
⸺ "No seas mentiroso y cuéntamelo todo, siéntate." ⸺
Vance se sentó con confusión luego de que Bruce se sentara. ¿Por qué le importaba lo que sucedía con él de todas formas? O sea, no jodas. Bruce era perfecto y popular, todo lo contrario a Vance, que era casi la definición de desastre y su popularidad solo era por su mala reputación y por ser el "Matón de Denver."
⸺ "¿Por qué te interesa de todos modos? No es como que hayamos tenido muchas interacciones." ⸺
⸺ "Me interesa porque sé lo que es no tener a nadie a quién contarle tus problemas." ⸺
ESTÁS LEYENDO
𝖮𝗁 𝗇𝗈, 𝗂'𝗆 𝖿𝖺𝗅𝗅𝗂𝗇𝗀 𝗂𝗇 𝗅𝗈𝗏𝖾 𝖺𝗀𝖺𝗂𝗇... | 𝗕𝗿𝗮𝗻𝗰𝗲.
Romance⸺ 𝖫𝗎𝖾𝗀𝗈 𝖽𝖾 𝗌𝗎 𝗎́𝗅𝗍𝗂𝗆𝖺 𝗋𝖾𝗅𝖺𝖼𝗂𝗈́𝗇, 𝖵𝖺𝗇𝖼𝖾 𝖽𝖾𝖼𝗂𝖽𝗂𝗈́ 𝗇𝗈 𝖼𝗈𝗇𝖿𝗂𝖺𝗋 𝗇𝗎𝗇𝖼𝖺 𝗆𝖺́𝗌 𝖾𝗇 𝖾𝗌𝖺 𝗆𝗂𝖾𝗋𝖽𝖺 𝖽𝖾 𝗋𝖾𝗅𝖺𝖼𝗂𝗈𝗇𝖾𝗌 𝖺𝗆𝗈𝗋𝗈𝗌𝖺𝗌. 𝖣𝖾 𝗍𝗈𝖽𝖺𝗌 𝖿𝗈𝗋𝗆𝖺𝗌, ¿𝗊𝗎𝗂𝖾́𝗇 𝗇𝖾𝖼𝖾𝗌𝗂𝗍�...