Checo ya había llegado a su casa en Barcelona hace 2 días, estaba hablando con Carlos por videollamada de qué podía hacer en sus vacaciones.
-Y si me quedo en mi casa y veo películas y me desvelo y duermo todo el día? - Checo dijo, imaginando lo bien que sería, con una sonrisa.
-Claro que no, además, ¿así quieres pasar Nochebuena, Navidad y Año Nuevo? - Preguntó Carlos mientras se hacía su cena.
-Sí es cierto, aunque no era mala idea, entonces ya no sé qué hacer. - Dijo Checo pensando en qué podía hacer.
-¡Ya sé qué puedes hacer! - Dijo Carlos mientras se atragantaba con su cena.
-¿Qué? ¿Irme a tu casa y ver Barbie como el año pasado? - Dijo riéndose.
-Jajajaja no, ya supera eso, solo me dieron ganas de verla. - Dijo Carlos avergonzado ya que en ese momento había pasado su papá.
-Entonces, ¿en qué propones? - Dijo Checo viendo a Carlos por su teléfono.
-Irte de vacaciones. - Dijo Carlos orgulloso ya que sabía que era lo mejor.
-¿A dónde? ¿A tu casa para volver a ver Barbie? - Dijo Checo muriéndose de risa.
-¡Checo! Ya supéralo, por favor. - Dijo Carlos sumamente avergonzado, ya que su papá se le había quedado viendo.
-Ya está bien, ¿a dónde dices? - Dijo Checo con un puchero en su cara.
-A Nueva York. - Dijo Carlos con un tono que lo hacía sonar como si estuviera contando un cuento de hadas.
-¿A Nueva York? ¿Por qué? - Dijo Checo con confusión.
-Charles me dijo que Nueva York está increíble, que se la pasó muy bien. Sabías que él fue en diciembre y se la pasó súper, fue a patinar, fue a museos y también sabías que fue a...
-Okey, Carlos, ya sé que te gusta Charles, está bien, creo que sí iré a Nueva York, se escucha interesante. - Dijo Checo mientras interrumpía a Carlos.
-¿En serio? ¡Qué bueno! Tal vez encuentres a tu amor verdadero y sea el chico de los ojos azules que me contaste. - Dijo Carlos alzando las cejas mientras Checo ponía sus ojos en blanco.
-Ya estoy decidido, sí iré. Oye, te hablo mañana, ya me tengo que ir a dormir. - Dijo Checo bostezando.
-Está bien, hablamos mañana, pero me contestas, si no me voy a enojar contigo. - Dijo mientras encendía su televisión y ponía una película.
-Sí, te prometo que te contesto. - Dijo mientras le colgaba.
Checo se bañó y se puso su pijama, bajó a cenar solo, ya que su papá estaba ocupado con su empresa y su mamá estaba de visita en casa de sus hermanos en Canadá.
Mientras cenaba, revisaba boletos de avión para Nueva York. Los compró, ya se había convencido de lo que le habían dicho Carlos. Su vuelo era el 9 de diciembre y era 4, tenía que comprar su habitación en un hotel llamado Mandarin Oriental.
Compró una suite, se iba a quedar del 9 al 1 de enero. Aún no había comprado su boleto de regreso, lo iba a hacer luego.
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Se despertó y se fue a correr a un parque que tenía cerca de su casa mientras pensaba en su plática de ayer con Carlos.
Se puso a pensar en Max mientras lo buscaba en Instagram. Cuando le iba a mandar solicitud, se encontró con un amigo de él corriendo también por el parque.
-¡Alonso, Alonso! - Le gritaba Checo, pero cuando vio que no lo escuchó, empezó a correr tras él hasta que lo alcanzó.
-Cabron, ¿qué pasa? Ya veo que te afectó la edad, ya no escuchas nada. - Dijo Checo cansado, ya que lo había perseguido como por 6 minutos.
-Checo, qué bueno verte. Jajajaja, no, es que vengo escuchando a Taylor Swift. - Le dijo mientras le enseñaba sus audífonos.
-Ah, ya, jajajaja, pensé que ya te había afectado la edad. ¿Y qué vas a hacer en estas vacaciones?
-Pues me voy a ir a Finlandia a ver a un viejo amigo y a quedarme en un hotel llamado Los 33 Deseos.
-Qué bien, pues yo me voy a Nueva York. La verdad, nunca he ido y se me hizo interesante ir a conocer. Se escucha bonito.
-Qué bien, Nueva York es un lugar hermoso. Fui hace 2 meses y me la pasé estupendo. El lugar es precioso y la comida es buenísima. Te voy a pasar el nombre de un restaurante que me encantó, se llama Lumière de Luxe.
Checo lo anotó en una hoja de papel que tenía en el bolsillo del pantalón, ya que se le había acabado la batería de su teléfono.
Checo y Fernando se quedaron hablando de sus vacaciones y de consejos de qué podía hacer en Nueva York.
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Checo llegó a su casa y subió a su cuarto corriendo para cargar su teléfono. Estaba seguro de que Carlos lo iba a matar. Había quedado de hablar y eran las 10. Además, el cargador de Checo no servía y Carlos siempre se dormía a las 11. Checo estaba rezando para que le cargara rápido el teléfono.
En eso sonó su teléfono informándole que tenía 1% de batería. No le importó, se metió rápido en llamadas y le marcó a Carlos.
-Carlos, ¿estás ahí? - Dijo Checo sabiendo que había valido.
-Sí, aquí estoy, Sergio. - Dijo Carlos
-Carlos, perdóname. Es que me encontré a Alonso y me quedé hablando con él. Me pasó consejos de qué podía hacer en Nueva York. Luego fuimos a un restaurante y, después de que termináramos, me pidió que lo llevara a su casa, ya que él no traía coche, y le dije que sí. Después de eso, ya iba de regreso a mi casa cuando Alonso me llamó y me dijo que se le habían olvidado sus audífonos. Me regresé, y luego llegué a mi casa y mi cargador no servía bien. - Checo lo dijo lo más rápido posible, ya que le daba miedo que Carlos lo regañara y le dejara de hablar por 1 mes.
-Está bien, Checo, no te preocupes. Yo también acabo de llegar a mi casa.
