Me dueles, patria querida.
Cada vez, más difícil defenderte.
Quiero aferrarme a tu historia y detenerte,
que la ficción de tu progreso no acabe con sus propios artífices.
Pero tú dirección es confusa
y tus pasos muy prestos.
Quien se atreve a cuestionarlos,
puede perder todo crédito...
O perderse en el intento.
Tienes para tanto, pero te doblegas por tan poco.
Perú, dueño de miles de encantos,
pero protagonista de los atropellos más amargos.
Tu trayectoria está marcada por la traición a las raíces,
la humillación a nuestro propio origen
y la batalla entre hermanos que no miraron a su costado,
para ver al verdadero rival reírse de tenerlos peleando.
Nuestra historia se ha visto manchada
por el regocijo de quienes acaparan todo para sí.
Olvidándose de las promesas que persiguieron,
donde aseguraban entregarnos un mejor país.
La injusticia avasalla la gallardía.
La avaricia, el corazón.
Noticia tras noticia, nuevo asesinato.
Crímenes a diario e impunidad para toda ocasión.
Tal vez, de niños, encontrábamos orgullo en nuestra diversidad histórica;
pero, hoy por hoy, la realidad nos golpea tanto
que se hace muy difícil poder verte con ojos de amor.
Oh, Perú querido,
¡aún puedo sentir tu llanto!
Escucho tu lamento desde mi balcón.
Pues, al cerrar mi ventana, olvido el caudal de tus ríos...
Al silenciar tu ruido y prestar atención sólo al mío,
dejo desvanecer mis propias ansias de mejorar contigo.
Porque, Perú, nos has fallado tanto
que tememos volver a intentarlo.
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Doscientos Años
PoetryEste poema es un pequeño homenaje a nuestro Bicentenario, hemos cumplido doscientos años desde el día de nuestra Independencia y siento que todos los peruanos tenemos un motivo más para sentirnos orgullosos de quienes somos, lo que hemos logrado y l...