Catorce

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POV Lisa.

Estaba hablando de negocios, tenia frente a mi a Nicolas Saito, el me decía algo de que vendrían cuatro posibles inversores, en lo que esperábamos, había pedido una copa de vino, yo no podía soportar el aroma del alcohol, después de la noche anterior que bebí como si intentara terminar con el vino de la casa de Rosé, mi cerebro solo traía a mi cabeza escenas de la noche anterior, no podía dejar de beber agua, sentía mi garganta seca después de haber estado gritado y gimiendo; Rosé estaba tan ebria como yo, pero eso no impidió que llegáramos al clímax, varias veces, lo ultimo que recuerdo fue que ella me dijo "te amo", y respondí un "yo mas" quizás estaba tan ebria que quizá pensó que estaba con Hyeri, deseaba que no fuese eso, quería convencerme que no fue eso lo que paso, que incluso el te amo fue un sueño, sonreí al intentar cruzar las piernas y sentirlas doloridas.

-¿Entonces estas de acuerdo?-Parpadee varias veces, no tenía ni idea de que hablaba.

-¿Perdón?-Pregunte bebiendo de mi vaso apenada por ignorar al atractivo castaño que intentaba ayudarme a conseguir nuevos inversores, mí atención apenas logro contener la información que repetía diez segundos, porque una rubia entro al restaurante, hacía quince minutos me había bajado de su auto, ¡Cielos era tan atractiva como imponente! Estaba rodeada de cuatro hombres y una atractiva peliroja, todos parecían intentarle agradar, pero ella sonreía como boba a su móvil, supongo que hablaba con su novia, sentí casi nauseas al pensar en Hyeri, esa mujer no se merecía a esa hermosa rubia australiana que no hacía mas que ser amable, cariñosa, y ¡Rayos en el sexo! Incluso ebria logro hacerme olvidar mi nombre, dudar de mi existencia y no solo por el largo y grueso miembro que tenía entre las piernas, sabía usarlo muy bien.
Un mensaje apareció en mi movil, justo cuando Rosé sonrió y lo guardo en el bolsillo de su pantalón, tome de inmediato y sonreí.

"¿adivina donde estoy?"-Le murmuro algo al capitan que de inmediato asintió, regrese mi atención a mi acompañante.

-Entonces, me gustaría tener una oportunidad contigo, no solo de negocios.-¿Me había invitado a salir?

-¿Como?-Parpadee incrédula por esa propuesta.
-¿Y los inversionistas?-Pregunte cambiando de tema.
-Creo que ya han tardado en llegar.-El mesero llego con una limonada, que comencé a beberla de inmediato, habían pasado veinte minutos en esa incomoda comida, quería responderle a Rosé pero también tenia a un inversor a mi lado.

-No, ya deben venir en camino.-Nicolas se movió incomodo en su asiento, restregó sus manos contra su pantalón, tomo su móvil y comenzó a escribir ágilmente, busqué discretamente al rededor, y no vi a mi falsa novia por ningún lado.
-Ya vienen, me dicen que en unos minutos, estarán llegando, veras que aceptaran de inmediato, ellos amaran
Invertir tanto contigo como yo.-Sonreí con alivio, uno que no se debía al hecho de que los inversores vinieran en camino, de hecho era por saber que sí vendrían, una parte de mí temía que Nicolas solo buscaba una excusa para comer conmigo a solas y solo pensaba qué debí haber hecho venir a Jisoo conmigo, y no seria extraño, ella era copropietaria de la compañía.
Entre una incomoda platica, donde me esforzaba en llevar solo el tema de la cocina, Nicolas se esforzaba en volver al coqueteo, veinte minutos despues me aviso que al parecer había ocurrido un accidente en el camino, por lo que los inversores estaban atorados en el trafico.
-Bien, no deben tardar en llegar, y de verdad Lisa, me encantaría tener una oportunidad de salir a comer o cenar contigo.-Insistio el idiota arrogante, solo sonreí, y exhale delicadamente, quizá sea necesario dar por terminada la conversación y retirarme, no creo que hayan tales inversionistas.

-Muchas gracias por la invitación Nick, creeme que es, muy alagador, pero yo ya tengo novia, y es, muy celosa.-Me gustaría saber donde estaba mi idiota novia para que me salvara de esta incómoda situación, estaba por agradecer y ponerme en pie cuando una mujer alta, delgada y rubia entro casi corriendo gritando "Rosie" si, con mi maldita suerte, se refería a mi Rosé, y claro que era mi suerte porque mi novia idiota salio de unas mesas atras y se apresuro a saludarla.

-¿Entonces tienes novia y es celosa?-Dijo con tono burlón, al parecer no me creía, y quizás, Rosé no era celosa, pero yo si.

-Si, y mira, se encuentra, justó, aquí.-Hacía pausas intentando evitar que mi voz sonara tan enojada, pero el que lanzara la servilleta que reposaba en mis piernas sobre la mesa, me hacia ver como la maldita novia loca, que poco me importo ocultar, camine directo a Rosé y la tome delicadamente del brazo, ella no pareció sorprendida en absoluto, incluso parecía esperar que llegara a su lado.

Mi idiota novia falsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora