Aún no acabo contigo, rubia
Axel
Terminar un partido y que todo el equipo celebre contigo, da satisfacción, pero más satisfacción me da cuando termino un partido, quedamos en primer lugar y la chica que me gusta, me arrastra a un vestidor a comerme la boca.
Esa es buena forma de soñar, porque aun no me pasa, solo manifiesto que pase. Soy un hombre confiado. Mientras pienso, no, sueño con todo eso, miro a Daphne al otro lado de la mesa, conversando con mi madre como si fueran madre e hija. Debo admitir que su relación tan estrecha me daba celos, pero prefiero que mamá se lleve bien con la chica que será mi esposa algún día.
—Axel—susurra Liam a mi lado—Vamos al jardín.
—No seas maleducado, viejo. No todos los días estamos así de juntos.
—Tenemos que hablar sobre mi hermanita. Ahora—ordena severo.
Yo quería hablar con el sin que se enterase, pero estoy seguro de que Daphne le contó algo, los dos se llevan demasiado bien.
—¿Podemos levantarnos? —dice el cabeza hueca señalándonos a ambos.
—Claro que sí cariño—Sophia mira a su hija—¿Irás con ellos?
—No, en medio de dos chicos, creo que sobro, estoy bien aquí.
Prefiero mil veces mandar a Liam al diablo, solo si eso logra que tenga unos segundos a solas con ella. Me gusta admirarla, besarla, tocarla, acariciarla, adorarla en privado y público por igual. Me gusta ella. Solo ella.
—¿Por qué quieres hablar de Daphne? —pregunto rompiendo el silencio.
No me gustan los silencios incomodos y este empezaba a ser uno de ellos.
—Te gusta—afirma entrecerrando los ojos—Atrévete a negarlo.
—¿Por qué lo negaría? No tengo razones para hacerlo.
—Solo te voy a decir algo, Hudson—me mira amenazante—si llegas a hacerla sufrir o romperle el corazón, me olvido de que eres mi mejor amigo y te parto la cara.
—Yo no tengo intención de romper su corazón, al contrario, solo quiero cuidarlo para que sea mío y de nadie más.
—Más te vale.
Liam suele ser demasiado protector con las personas que ama, y no lo veo mal, pero se ha metido en muchos líos por eso y no quisiera que se meta en algunos más.
—Si alguno de los dos va a romperle el corazón, ese serás tú.
—¿A qué te refieres?
—¿Por qué aun no le dices que Elionor y tu son algo?
La pregunta le ha golpeado fuerte, porque baja la cabeza y deja escapar un suspiro leve.
—No sé como reaccionaria. Me dejó muy claro que no quería que estuviera con ella, ya sabes, por mi fama de mujeriego.
—Liam, solo dile que la amas y ya está. Estoy seguro de ella va a entenderlo.
—Lo haré. Le voy a decir.
Eso significa: no lo haré por un buen rato.
Sus miedos siempre lo han acobardado, pero últimamente, siento que se deja dominar por ellos, como si tomaran el timón de su vida. Y eso no me gusta, porque se cuan fuerte es Liam.
—Permiso... Ya nos vamos, Liam—Daphne toca su espalda con delicadeza—¿Te encuentras bien? Pareces decaído.
El silencio reina entre los tres y yo solo espero que Liam no cometa el error de mentirle a la cara.

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Amándote a Escondidas © | En edición
RomanceDos adolescentes. Una supuesta rivalidad. Un amor a escondidas. Una chica amorosa y amante a la lectura. Un chico con el ego por el cielo y amante al deporte. Dos mundos completamente distintos. Dos familias, un secreto, una ¿infidelidad? •Daphne y...