Capítulo 16.

482 80 3
                                    


Jasper cerró el álbum de fotografías bajo la atenta mirada de todos y luego tomó la hoja arrugada entre sus dedos. Mientras empezaba a leer, sus manos se apretaron, y cuando llegó al final de la carta, se levantó de un salto, dejándola encima de la mesa para que todos pudieran leerla.

"¡Oh!", exclamó Esme.

Jasper levantó la cabeza y miró a su ¿padre? con los ojos llorosos antes de apartar la mirada.

Las emociones se acumulaban dentro de Jasper, y sin pensarlo, salió por la puerta de la cocina, perdiéndose entre el bosque. Corrió, corrió y corrió hasta que se sintió seguro. Se sentó en el pasto sucio del bosque y puso su cabeza entre sus piernas. No estaba solo; tenía un padre, su verdadero padre...

"¿Por qué ahora?", susurró para sí mismo.

Quería llorar. Después de muchos años, Jasper se sintió vulnerable. Si pudiera llorar, lo haría en ese instante; nada podía cambiar lo que sentía ahora.

Levantó la cabeza mirando hacia el cielo, el cual estaba lleno de neblina, y se levantó con seguridad. Tenía un padre y no era nadie más que Everett. Se dio la vuelta y corrió nuevamente hasta detenerse en el umbral de la entrada de la cocina, observando cómo el señor Swan tenía en brazos al lobo y a Bella, quienes estaban llorando.

"¿Qué sucede?", quiso saber, llamando la atención de todos, quienes lo miraron sin emoción alguna.

"¡Jasper!", la exclamación de Alice se escuchó por toda la cocina, y abrió los brazos dejando que su esposo estuviera cerca de ella. "¿Estás bien?", preguntó cuando se alejó del abrazo.

"Lo estaré, solo...", no terminó de hablar cuando sintió una mano más grande tomar la suya y levantó la cabeza.

"¿Podemos hablar?", la pregunta suave de Everett hizo que Jasper quisiera salir corriendo nuevamente.

Jasper asintió en respuesta y se dejó arrastrar hacia la sala de estar. Cuando se detuvieron, él esperó una avalancha de disculpas o algún que otro comentario sobre lo herido que estaba, y se sorprendió cuando sintió los fuertes brazos del hombre abrazándolo con fuerza.

"Lo siento mucho, no lo sabía, te juro que no lo sabía", Jasper levantó sus brazos devolviéndole el abrazo, intentando consolarlo. "Cuando leí esa carta, estuve tan furioso que fui a sus tumbas y les grité. Dios, parezco un crío haciendo esto", susurró, intentando alejarse del abrazo, pero Jasper no lo permitió.

"No estoy enojado contigo", le susurró, subiendo sus manos de arriba hacia abajo por la espalda del otro, intentando consolarlo. "Durante mucho tiempo estuve solo; fui a una guerra solo hasta que conocí a Alice y luego a los demás. Pero estás aquí, eres mi padre, no me dejes solo", terminó de decir mientras cerraba los ojos, dejando que el calor del otro cuerpo lo invadiera.

Con que así se siente que te abrace tu padre—, pensó, sintiendo el calor agradable del otro cuerpo. Por primera vez en mucho tiempo, el cuerpo de Jasper no sintió lo fría que era su piel.

"Eres un mocoso", murmuró Everett mientras soltaba una pequeña risa.

"Es culpa de Emmett", dijo Jasper, rodando los ojos cuando escuchó la exclamación del mencionado desde la cocina.

¡Mentira!

"Necesitamos volver con los demás", susurró Everett mientras se alejaba del abrazo y daba un paso hacia atrás.

"¿Qué?", preguntó confundido Jasper, observando cómo el otro lo miraba con atención.

"No es nada", sonrió mientras caminaban uno al lado del otro hacia la cocina nuevamente.

𝐊𝐫𝐲𝐩𝐭𝐨𝐧𝐢𝐚𝐧 𝐀𝐧𝐝 𝐕𝐚𝐦𝐩𝐢𝐫𝐞𝐬 - 𝗖𝗵𝗮𝗿𝗹𝗶𝗲 𝗦𝘄𝗮𝗻®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora