Ashley estaba en su habitación, sentada en la cama y mirando al techo, perdida en sus pensamientos. Cada día parecía más largo que el anterior, y la cordura de ella y su hermano estaba en peligro constante. Su amor por Andrew se volvía cada vez más intenso, más imposible de ignorar, más complicado de manejar.
De repente, escuchó golpes en una puerta. Se levantó rápidamente, pensando que era el guardia o alguien más del exterior, pero pronto se dio cuenta de que el ruido provenía del otro lado del departamento. Andrew, por supuesto. Se preguntó de dónde sacaba tantas energías su hermano para hacer ruido en un lugar tan sombrío.
Saliendo de su habitación, Ashley encontró a Andrew desatornillando la cerradura de la puerta principal en un intento desesperado de salir. La puerta estaba firmemente cerrada desde el otro lado, algo que ya habían descubierto repetidas veces.
—¿Cuántas veces más lo vas a intentar?—dijo Ashley, cruzando los brazos—Es obvio que hay algo detrás de la puerta impidiendo que podamos abrirla.
Andrew la miró con frustración en sus ojos verdes—¿Y qué otra cosa puedo hacer, Ashley? ¿Quedarnos aquí y morir de hambre?
En ese momento, alguien tocó la puerta desde el otro lado. Era el guardia—Si siguen golpeando la puerta, no les traeré comida— dijo con tono autoritario.
Andrew, molesto, respondió—¡No nos traerías comida de todos modos!
El guardia soltó una carcajada sarcástica—Eso dices tú. La entrega estará aquí en cuestión de horas. Pero supongo que no quieren nada, ¿verdad?
Andrew se quedó callado, mirando a su hermana con desesperación en sus ojos. El guardia continuó—Sí, así es. Deja de golpear la puerta porque si no, yo seré el que golpee tu cabeza— dijo antes de alejarse.
Andrew miró a Ashley, su preocupación visible en su rostro—¿De verdad crees que nos van a traer comida?
Ashley suspiró, tratando de mantenerse firme—Quién sabe. Más tarde lo sabremos.
Horas después, la promesa del guardia quedó vacía. No trajeron nada. Ambos hermanos estaban tirados en la sala, el hambre y la desesperación pesando sobre ellos como una losa.
En el silencio opresivo, Ashley tomó la mano de Andrew, entrelazando sus dedos con los de él. Fue un acto impulsivo, pero profundamente necesario. Andrew no se sintió incómodo, y la dejó. Desde ahí, Andrew suspiró.
Ashley, sintiendo la tensión en el aire, le dijo—Habla de algo.
Andrew la miró con ojos cansados—No tengo nada.
Ashley insistió—Inténtalo.
Andrew soltó la mano de su hermana, girándose ligeramente para mirarla—Entonces... parásitos. Han pasado meses, ¿sientes algo?
Ashley, aún con su mente enfocada en el hambre, respondió—Hambre.
Andrew soltó una risa sin humor—Ya nos debería pasar algo, ¿no? Supuestamente estamos 'infectados' y seguimos como si nada.
Ashley, cansada, solo pensaba en comer—A quién le importa.
Andrew la miró con frustración—A mí sí, Ashley.
Ashley se encogió de hombros—Pues a mí no. Y no me importa que te importe—dijo, esbozando una sonrisa cansada—Aparte del hambre, aquí no está tan mal.
Andrew la miró incrédulo—¿Otra vez con eso?
—Aparte de morirme de hambre, me gusta estar aquí— insistió Ashley.
Andrew suspiró—Pues a mí no. Ya quiero saltar del balcón.
Ashley, en tono burlón, respondió—Veamos quién lo hace primero.
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Entre Sombras y Cuerpos Juntos (Andrew x Ashley)
FanfictionEn medio de una cuarentena interminable, Ashley y Andrew se ven atrapados en su pequeño departamento, donde la escasez de comida y la tensión emocional los enfrentan a su propia realidad. Su relación, marcada por la manipulación y una codependencia...