DEL ODIO AL AMOR

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—Tú y yo vamos a hablar.

Jimin no sabía qué decir, no entendía qué hacía Jungkook ahí, el pelinegro lo miraba con  tal intensidad que sentía sus piernas temblar.

—¿Qué quieres? —dijo queriendo sonar frío y fallando terriblemente.

—Que te hagas responsable de lo que hiciste.

Jimin arqueó una ceja ante la respuesta, sin entender del todo que quería decir.

—¿De qué hablas?

—De que durante semanas te dedicaste a coquetearme, hacerme insinuaciones, para después llevarme a tu cama y enseñarme a sentir cosas que nunca antes había sentido, por hacerme quererte, y por dejarme botado como un trapo usado. De eso quiero que te hagas responsable. No puedes hacer que te amé y después dejarme como si nada Park Jimin, no cuando es la primera vez que me enamoró sinceramente.

Las palabras de Jungkook se quedaron flotando sobre ambos, Jimin no podía hablar, y no es porque no pudiera sino porque las lágrimas y el nudo en su garganta se lo impedía.

Lo amaba, Jeon Jungkook lo amaba.

Al ver que no decía nada, Jungkook cerró la distancia entre ellos acorralandólo en la pared, su brazo izquierdo apoyado en la pared mientras su mano derecha lo tomaba por la cintura para impedir que huyera.

—Te amo Park Jimin, y no voy a dejar que huyas o me alejes —susurró con voz ronca antes de estrellar sus labios con desesperación sobre los suyos.

Un pequeño gemido escapó de la boca del rubio, al sentir la lengua de Jungkook invadir su cavidad, sus brazos se movieron por automático rodeando su cuello, mientras su cuerpo se pega más al del pelinegro. Lo había extrañado tanto a pesar de que no había pasado más que un día alejado de él.

—Dejame demostrarte que no soy una más —susurra Jungkook cuando el beso se rompe, mientras apoya su frente contra la suya.

—Tengo miedo —acepta finalmente Jimin con los ojos cerrados para que el pelinegro no vea el dolor en ellos.

—Yo también, Jimin hasta antes de ti jamás pensé siquiera en abrazar a otro hombre como lo hago contigo, y no se diga en besarlo o mucho menos tener sexo. Antes de ti mi vida estaba perfectamente planeada, una carrera exitosa, y después un matrimonio con una mujer hermosa, un par de bebés y ya. Pero desde que te conocí, todo eso se fue al carajo, ahora solo pienso en tenerte a mi lado por siempre, escuchar tu risa, ver cómo tus ojos se ocultan cuando sonríes, escuchar tu voz cuando cantas o deleitarme con tus gemidos cuando estos enterrado tan profundo en tí —confiesa Jungkook haciendo que el corazón de Jimin lata aún más rápido.

—Yo tampoco dejo de pensar en un futuro contigo y lo odio, porque sé que si no es contigo no lo quiero con nadie más —acepta Jimin finalmente, rindiéndose a lo que siente por él hombre frente a él.

Ya no hubo necesidad de palabras, sus bocas volvieron a juntarse con desesperación, sus manos aferrándose al cuerpo contrario, sin despegarse el uno del otro llegaron a la habitación. Jungkook empujó suavemente a Jimin sobre la cama, y la imagen que vio era la más perfecta, sonrió de medio lado antes de tomar el cuello de su camisa y quitarla antes de subirse sobre el rubio, besos su boca antes de bajar a su mandíbula y cuello, mientras abría la camisa del pijama dejando su pecho al descubierto, recorrió con su boca hasta llegar a sus pezones y tomar uno entre sus dientes arrancándole un delicado gemido.

Jimin no podía con la acumulación de sensaciones que la boca del pelinegro le causaba, no sólo a su cuerpo con sus caricias, sino también a su corazón, estaba completamente enamorado y ya no había vuelta atrás, confiaba en las palabras de Jungkook y rogaba por qué no fueran mentira, antes de que su mente quedará en blanco al sentir su lengua sobre su falo.

록스타의 적 ★ Enemies Rockstars★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora