INTERCAMBIO

1K 203 51
                                    

¿Cómo lograron llegar a la habitación? Ni ellos mismos lo sabían, Jungkook no podía mantener las manos alejadas de Jimin, nada más cerrar la puerta lo puso de cara frente a esta, besando su cuello, mordiendo su piel expuesta, mientras con habilidad desabotono el pantalón y el saco, el rubio lo ayudó desnudándose para él.

—Perfecto —escuchó decir a Jungkook antes de sentir sus labios recorrer su espalda.

Soltó un pequeño grito cuando el pelinegro mordió una de sus nalgas antes de acariciarla, usando sus manos las abrió revelando su rosada entrada, la cual de inmediato atacó con su lengua. Jimin gimió sonoramente, haciendo sus caderas hacia atrás buscando más. El juicio del pelinegro estaba nublado, embriagado por el sonido de los gemidos de su acompañante, la necesidad y el deseo que sentía era abrumador, algo que nunca antes había sentido.

Quería probarlo por completo, recorrer su piel de inicio a fin, dejar su huella sobre su cuerpo y que todos supieran que le pertenecía, sus propios pensamientos lo asustaron, nunca antes había sido posesivo con nadie, pero ese maldito rubio al que se suponía que detestaba, había despertado en él su lado más animal.

Hundido estaba en sus pensamientos, que no se percató de que había estado masturbando a Jimin al tiempo que lamía su entrada, hasta que el gimió de forma más gutural y un espeso líquido mojó sus manos. Volteó hacia arriba y sonrió al ver al rubio con la frente pegada sobre la pared, una fina capa de sudor lo cubría y su respiración agitada, por el reciente orgasmo lo complació. 

—Tan lindo —murmuró. 

Se puso de pie y llevó a la cama a Jimin, pero este lo empujó a él sobre ella.

—Ahora me toca a mí —dijo mientras sonreía.

Jungkook se dejó hacer, disfrutando de la vista del rubio hincado, con su miembro endurecido en sus manos a punto de probarlo.

.

.

.

Jimin comenzó lamiendo el largo y grueso miembro de Jungkook, si había algo que le encanta era el sexo oral, y se podía considerar muy bueno en ese arte, por lo que sabía que haría enloquecer al pelinegro, y porque no divertirse en el proceso. Mientras su lengua se encargada de su pene, sus manos masajeaban sus bolas, mientras se dedo medio, acariciaba esa zona entre sus testículos y entrada, le complació ver cómo Jungkook se estremecía y empujaba su cadera hacia él buscando más, mientras sus gemidos se hacía más intensos.

—Oh carajo, eso se sintió tan bien… aahhh maldita sea Jimin tu boca es… aghh…

Sus palabras se perdieron entre sus gemidos, cuando Jimin que había comenzado la felación, dejó que su saliva escurriera de su boca, y la utilizó como lubricante, sin detenerse a preguntar, dejó que su dedo pulgar se hubiera en el apretado agujero. Y tal como lo pensó, Jungkook no se negó, no lo apartó, al contrario, volvió a elevar sus caderas, y empujó hacia abajo.

El pelinegro no era estúpido, sabía perfectamente lo que Jimin estaba haciendo, sabía que sus dedos estaban en su interior, estirandolo, preparándolo, pero no le importaba, quería la experiencia completa, si esa iba a ser su única noche con Jimin, queria que el rubio fuera suyo y él de él. Se dejó hacer disfrutando de la experiencia, las sensaciones eran nuevas pero placenteras, cuando sus dedos alcanzaban a tocar ese punto en su interior que nadie más había tocado, lo hacía casi gritar.

—¿Te gusta? —preguntó Jimin mientras lo miraba.

—Sí —fue lo único coherente que pudo decir.

—¿Me vas a dejar follarte? —volvió a preguntar.

—Sí, pero después será mi turno bebé —respondió Jungkook y la sonrisa de Jimin se hizo más grande.

록스타의 적 ★ Enemies Rockstars★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora