En Nuestro Mundo (Bakugo x Masculine reader)

#16

Tw: si son sensibles porfavor no lean este capítulo, los quiero mucho muack muack 🫶

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Estaba estrenado cómo nunca, sus manos aferrándose a su piel cómo si no hubiera mañana.
¿Qué pasó?

Esa mañana estaba tranquilo, desayunando con su clase, escuchando a Uraraka hablar sobre cosas que no entendía pero no le molestaba escucharla hablar, de vez en cuando Iida o Deku agarraban comentarios mientras qué Todoroki y él solo asentían.
Por primera vez sentía que todo mejoró, y que nada iba a ir mal.

..

A mitad de la primera clase Midnight entró al salón buscando a Melissa, su expresión era preocupada y Melissa solo pudo abrir sus ojos  cómo solo él podía, esto no le gustaba..

-Ichiko lo siento mucho...

Fué lo último que dijo Midnight antes de dejar el salón donde solo ellos dos se encontraban, los ojos de Melissa dolían y su cuerpo temblaba.
La peor noticia del mundo, su abuelita había muerto, la última persona de su familia y la primera en amarlo de manera incondicional se había ido.

Su mundo giraba y sus piernas no soportaron más, su suero calló al suelo, después de pensar que su vida había mejorado sucede esto y él no pudo estar ahí para ella, ¿qué clase de nieto era?

Se jalaba el pelo, sus hilos se los arrancaba, se clavaba las uñas, se jalaba las pestañas y callaba su llanto.

..

Katsuki se sentía igualmente intranquilo, no le agradaba Melissa, él odiaba a Melissa, pero sentía que algo no estaba bien.

-A donde vas?

Preguntó Aizawa cuando Bakugó se paró, el rubio no respondió y solo salió del salón,  no le gustaba sentirse así y lo iba a resolver, llendo con quién lo hacía sentir así.

Luego de un rato encontró el salón donde estaba Melissa

-OYE QUE HACES

Verlo en ese estado lo asustó, se metió en el salón y corrió a separar las manos de Melissa de su cuerpo, estaba preocupado, aunque no quería.

-Te haces daño mierda, ¿qué pasó?

Pero cómo respuesta solo obtuvo balbuceos y forcejeos.

-Todo el hilo.. Melissa hay sangre aquí, no puedo hacerte daño

Pero de nuevo no obtuvo respuesta, ya no forcejeaba para que le soltara los brazos pero lloraba cómo si no hubiera un mañana, algo en su corazón se conmovió y lo abrazó, un abrazó de esos que te hacen olvidar de todas tus penas, que te aplastan pero no duelen, de esos que duran minutos.

-Tranquilo, estoy aquí