غ-19

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Habían sido unos días largos , en los que mi cabeza no estaba plenamente en lo que debía estar.

Era un viernes por la mañana ,había pasado exactamente una semana desde el descontrol, pero no había permitido que me consumiese.

Mentiría si dijese  que no lo había  estado pasando mal, porque realmente había comprobado lo que era tocar fondo, el apetito se me había cerrado completamente , no lograba salir de la habitación sin sentirme culpable y lo peor , mi relación con الله había decaído.

Justo cuando noté este último punto, supe que tenía que tomar la decisión corriendo.No habría nada que me hiciese reconectar más con الله que ver a otros seres en situación muchísimo más nefastas que la mía.

Ese mismo día que llegue a ese punto , fui a la universidad corriendo y le di la respuesta al profesor .

-Iré a Alemania , si no hay problema, lo antes posible.

Él claramente, orgulloso por mi decisión ,aceptó sin pensárselo mucho y gracias a eso me encontraba en estos momentos saliendo por la puerta con dos maletas.

Había tomado la decisión de que quería ir sola al aeropuerto, tomarme esto como una nueva etapa, permitirme un nuevo comienzo y ser totalmente libre de elegir.

A mis padres esto les había chocado; no querían verme partir sola y enfrentando el mundo sin su protección. Sin embargo, entendían que era una etapa necesaria para mi crecimiento y madurez.

El taxi estaba esperando en la entrada. El conductor, un hombre de mediana edad con una sonrisa amable, me ayudó a cargar las maletas en el maletero. Subí al asiento trasero y miré por la ventana una última vez, viendo a mis padres observándome con una mezcla de orgullo y tristeza.

Mientras el taxi se alejaba, sentí una punzada de nostalgia.

Fiha kheir y sbar eran las frases que mas me repetía estos días , aunque tratase de mostrar que todo esto no me dolía ,era una simple máscara.

No volvería a escuchar la risa de Aya tras decir sus balbuceó sin sentido, ni volvería a escuchar las peleas entre Amin y Noor. Una pequeña parte de mi en el pasado pensó pude haber sido parte de esa familia y eso dolía como el demonio .

Con cada kilómetro que avanzábamos, me sentía más segura de mi decisión. La ciudad pasaba rápidamente a mi lado, y con ella, dejaba atrás las ataduras del pasado.

Estaba lista para enfrentar el futuro con valentía y determinación, sabiendo que esta era mi oportunidad para escribir mi propia historia.

****

Con la mirada perdida, salí por la puerta de embarque, tratando de localizar al encargado de recogerme. No me habían dado ninguna descripción de su aspecto, solo sabía que llevaría una pancarta con mi nombre.

Vergonzoso

Había una multitud de personas aglomeradas a las puertas, cada una con sus propias historias. Familias reencontrándose, amigos reconciliándose y parejas redescubriendo su amor.

Supongo que yo no entraba en ninguna de esa clasificación, me denominaría chica huyendo de su "hogar".

Observé cómo una pequeña pancarta se alzaba con entusiasmo entre la multitud. Una chica con una gran sonrisa saltaba emocionada, mirándome con ojos brillantes. A su lado, un chico con una sonrisa igual de radiante destacaba con singularidad, iluminando su rostro en medio del bullicio. La energía de ambos era contagiosa, y sus miradas llenas de admiración me llenaban de una cálida sensación de alegría y conexión.

Identifiqué mi nombre en esa pancarta y con decididos pasos fuí a donde se encontraban.

-¡Kamar!¿Eres tú verdad?- preguntó la chica con entusiasmo.

SabrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora