Eran...tan solo por un momento, un momentocreí que eran los mismos, estaba equivocada. El chico de mis sueños tenía la piel más bronceada.
─ Bueno, creo que es hora de irnos, ¿Podrías traernos la cuenta por favor?
─ No es nada, chicas. La cuenta ira de mi parte.
─ P-pero ¿Qué? No
─ Mary, tranquila ya lo has escuchado. ─ Me interrumpió Janette, mirándome con una sonrisa en su rostro. ─ ¿No es asíAaron? ─ Dijo tratando de recordar su nombre. ─
─ Si, claro, es un placer para mí. ─ Nos dedicó una amplia sonrisa, tras decir esto, Janette y yo nos levantamos de nuestros sitios, estaba molesta, claro que lo estaba, Janette se había pasado esta vez. ─
(─)
─ Mary... ¿Quién lo diría? ¡Te has ligado al camarero! ─ Comentó emocionada, pero por desgracia yo no lo estaba.
─ ¿Es en serio? pero... ¿Qué mierda te paso por la cabeza? ─ Le conteste molesta.
─ Vale, sé que me pase un poco, pero creo que es hora que salgas un poco de tu zona de confort...aparte es lindo, y no lo puedes negar. ─
─ Lo sé pero...no se ese tipo no me da buena espina. ─
─ Ay, no seas pesada. ─
─ Bueno, ya, está bien...viendo lo bien, no creo que sea tan malo. - Dije fingiendo estar emocionada. ─
(─)
Llegando a casa, me sentía hecha un lio, nunca había dado mi número a un completo desconocido, ¿Qué se suponía que tenía que hacer? Realmente mi intuición me decía que había algo malo en ese chico.
─ ¡Chicas! ¿Cómo les fue? ─ Pregunto mi madre con cierto interés. ─
─ Hola Sam. ─ Contesto Janette con un tono alegre y una sonrisa en su rostro
─ Genial, nos divertimos mucho, fuimos a Gigant City...
─ Uff, ni que lo digas, Mary se ligó a un chico... muy lindo, por cierto. ─ Dijo Jannette con una risa burlona, al menos para mí sonó así, sabía que seguía molesta por lo ocurrido en aquel lugar. ─
─ ¿Es cierto? ─ Me miro mi madre con sorpresa y un tanto emocionada. ─
─ Ah, si ─ Conteste sin importancia, mi madre en parte seguía con la idea de que tenía mi edad o algo así, incluso se notaba más emocionada que yo. ─ Aam mamá Janette se quedara a dormir, ¿Te molesta?
─ Claro, sabes que Janis es bienvenida en esta casa, se puede quedar cuantas veces quiera. ─ Asentí y sonreí ante ella., ¿Había oído bien? ¿La llamo Janis? ¿En qué momento mi mama le dio un apodo a Janette? Ni siquiera yo le tengo un apodo a ella y no, no estoy celosa. ─
─ Gracias Sam, ─ Contesto Janis con amabilidad. ─
(─)
La mayor parte de la noche la pasamos, viendo videos, bailando, cantado y hablando de cosas sin importancia, realmente caímos rendidas y nos dormimos. A la mañana siguiente fuimos al colegio, no pasó nada interesante en la primera materia (Historia), a excepción de que Alex me miraba en los pasillos, lo cual hacia que me pusiese colorada y nerviosa.
SMS
─ Hey! Hola guapa... ¿Me recuerdas? (Soy Aaron) ¿Qué harás este viernes?, tengo día libre, había pensado, no sé, salir por un helada, o ir al cine, ¿Qué dices?
Me había olvidado por completo de Aaron, realmente no tenía ganas de contestar el mensaje, así que solo me limite a mirarlo.
─ Hey! Mary, me han dicho que entrara un chico nuevo a nuestro curso... y... es muy muy guapolo raro es que no está ni en Facebook, ni en Twitter, o sea, ni siquiera está en Instagram. ─ Contaba con sus dedos cada que mencionaba cada una de aquellas redes. ─ ¿Qué clase de chico en pleno siglo XXI no está en las redes sociales? también corre el rumor de que fue expulsado de su anterior escuela. ─ Continúo diciendo haciendo que rodara los ojos. ─
─ Tú que crees TODO lo que te dicen Janis bueno en fin, Aaron me ha invitado a salir este viernes. ─ Reí y le comente sin más. ─
─ ¿Y...? Dime que le dijiste que si porque si no, en serio eres muy tonta, no puedes perder la oportunidad de salir con un bombón como el... aparte no has visto esos─ Note que la mirada de Janette era desviada hacia la entrada principal, y los murmullos no tardaron en hacerse notar; y ahí se encontraba un chico alto, cabello negro, su piel un tanto broceada, vestía unos jeans negros, una camisa a cuadros y unos Vans a juego. ─
─ Él es el chico del que te hablaba─ murmuró Janette aun sin mirarme. ─
─No luce tan mal, y si, tal vez tenías razón...pero, no entiendo ¿Porque todos hablan de el como algo malo? ─ Gire mi cabeza para poder mirarla. ─
─ Mmm, no lo sé, pero creo que viene hacia acá...así que, nos vemos en Matemáticas. ─ Se alejó sin decir más y solté un bufido. ─
Mi corazón comenzó a latir al mil, las manos me comenzaron a sudar, y el calor en mis mejillas comenzó a elevarse; me sentí una completa idiota al pensar que aquel chico se dirigía a mí, y si, él ni siquiera me miro, el simplemente iba a su casillero, el cual estaba a un lado de mío.
─ ¿Qué miras, Stones? ─ Dijo seco dándome una mirada fugaz. ─
─ ¿P-perdón?, ¿Cómo sabes mi
─ Está en tu casillero─ Soltó una leve risa burlona, guardo unos libros para después alejarse y dejarme como una maldita estúpida.¬─
Tras unos minutos ya me encontraba en clase de Literatura. ─ Buenas tardes jóvenes, tomen sus asientos. ─ Comento el profesor con su tono entusiasta, como siempre. ─ Hoy, como ya muchos saben se integrará un nuevo alumno.
─ Mierda... ─ Dije para mis adentros. ─ Su nombre es Wesley, Wesley... ─Continuo el profesor Davis, volteo a ver a aquel chico del pasillo, haciendo un tono de pregunta hacia su apellido. ─
─ Crowford. ─ Contestó sin más. ─ ¿Dónde me puedo sentar? ─ Preguntó mirando hacia el profesor, seguido de esto, giro su mirada hacia mi haciendo que mi mejillas comenzaran a tornarse rojizas. ─
─Gracias a dios no te presentaste bien, me hubieses robado tiempo de clase. ─ Contesto el profesor soltando una risa nerviosa. ─ puedes sentarte a un lado de la señorita Stones. ─ Aquel chico de tal nombre Wesley, me miró y soltó una ligera sonrisa, no supe si fue de burla o simplemente por amabilidad. La clase continuó normal, a pesar de que Wesley me ponía nerviosa. Al finalizar la clase el profesor Davis nos otorgó un proyecto en parejas, si, desgraciadamente no podríamos elegirlas nosotros, aunque de igual forma no sabría con quién hacerlo., el proyecto sería con el compañero de banca, me tocó con Wesley.
─ Bien, este proyecto se entregará dentro de dos semanas, espero que entreguen buenos trabajos, pueden salir. — Comentó el profesor Davis. Jamás me había sentido tan nerviosa por algo así, quiero decir por un proyecto, con un chico, y tenía que admitirlo, estaba como quería. ─ Solté una risa ante aquella nota mental, lo cual provoco que Wes me mirara, se me había olvidado que seguía dentro del aula. Wes se giró hacia mí. ─
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El Pecado Mortal
FantasyDios desterró a todos aquellos ángeles que llegasen a tener sentimientos ajenos a la protección de un humano.