La gata bajo la lluvia.

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Ese día, mi hija y yo por fin nos íbamos a mudar a un departamento más grande, así que la noche anterior, dejamos todas las cosas empacadas para que a la mañana siguiente venga el camión de la mudanza y lleve todas las cosas al nuevo departamento.

Por la mañana, mi hija y yo nos vestimos, desayunamos y la llevé a la escuela, seguido de eso, me fui a trabajar.

Al salir del trabajo, tuve la mala suerte de que empezó a llover y no tenía paraguas, así que me di prisa para llegar lo antes posible a la escuela.

Cuando me quedaba poco tiempo para llegar a la escuela escuché un extraño ruido que provenía de una caja que estaba al lado de la basura.

Me acerqué y resultó que era una gata que la habían abandonado, así que me quite la chaqueta y la envolví.

Cuando llegué a la escuela, mi hija me estaba esperando en la salida.

Pero de repente una limusina se paró en frente de la escuela y salió un famoso reportero Alemán llamado Izaack Gauss que les invitó a entrar.

Una vez dentro, Izaack nos explicó que era uno de los vecinos de su nuevo edificio y le habían mandado a buscarlas.

El camino al edificio se nos hizo entretenido, ya que Izaack era bastante gracioso, nos contaba anécdotas y chismes que le habían pasado.

La verdad es que me agrada bastante Izaack, es muy guapo, gracioso y podría ser el padrastro perfecto para mi hija, pero eso con el tiempo se verá.

Cuando llegamos al edificio, el portero nos explicó cuál era nuestro apartamento y nos dió la llave.

Nos pasamos toda la tarde desempacando nuestras cosas y ordenando todo, cuando ya era tarde fuimos al supermercado de la esquina a comprar algo de comida y las cosas para la gata ya que no teníamos nada.

Cuando llegamos a casa cenamos y preparamos las cosas de la gata, a la que llamamos Masha, y nos acostamos.

Espero que os haya gustado este capítulo.
Adeu.

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