Capitulo 3.- Los fantasmas futuros

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Jiang Cheng limpia sus lágrimas, ya no quiere ver más, ya es suficiente, no sabe que más puede ser peor que ese presente.

El fantasma del futuro no habla, viste una túnica negra que cubre su rostro, solo mueve su mano para que lo siga, Jiang Cheng está cansado.

Lo sigue hasta un establo donde hay un conjuro pintado en sangre en el suelo, un hombre joven cubierto en sangre —¿Por qué me muestras esto?— pregunta

Ve a dos personas golpear al hombre, dos patadas son dadas mientras se burlan del hombre.

El hombre no habla pero por lo que Jiang Cheng puede rescatar su nombre es Mo XuanYu, parece más sorprendido que molesto o asustado.

Lo ve Jiang Cheng lo ve —No puede ser— habla Jiang Cheng sorprendido mirando al fantasma que solo camina —Ese, el es, Wei Wuxian.

Ve el reencuentro de ambos, ve a su futuro sobrino, lo ve pelear con la diosa para salvar al niño.

Lan Wangji lo ha reconocido al igual que el, ve como zidian lo golpea y le duele, pero su yo futuro no sabe que Wei Wuxian no está poseyendo el cuerpo, le fue entregado.

Entonces su rostro muestra dolor cuando Wei Wuxian admite querer estar con Lan Wangji, el pide irse con Lan Wangji y eso le duele.

Se ve a si mismo llevando a Wei Wuxian a una posada, confirmado quien es y amenazarlo con Hada el perro espiritual de A-Ling.

Lo ve de nuevo como el odio que llega a tenerle se lo transfiere al hijo de su hermana y como Jin Ling apuñala a Wei Wuxian.

Lo ve con Lan Wangji, nunca espero que fueran pareja, eso lo ha tomado por sorpresa, los ve arrodillarse frente a sus padres, la pelea que desata y la gran revelación.

Jiang Cheng empieza a hiperventilar, su núcleo, su hermano le dio su núcleo, las lágrimas caen de sus ojos.

—Ya no quiero ver— llora Jiang Cheng pero el fantasma se niega a obedecer, tiene que ver cómo termina para que cambie las cosas

Se ve vuelto loco pidiendo a la gente que desenvaine a Subían, luego la escena cambia a un templo.

El hombre ahí lo reconoce, es el hermano bastardo de Jin Zixuan, escucha como su padre y el susurraron en su oído usando sus inseguridades en su contra para dejar solo a Wei Wuxian.

Y eso han estado asiendo todos, precionando, precionando al joven e inesperto líder de secta, una secta erradicada a la que no ven que se valla a levantar.

Pero el está viendo la gloria de Yumeng, el podrá levantar su secta de las cenizas, pero cambio de que, de perder a sus dos hermanos.

Si esto es lo que conlleva revivir su secta no lo quiere.

Llora, llora agrito abierto por sus hermanos, por sus padres, por el futuro que le espera.

Ve como todo sale a la luz, el nombre de Wei Wuxian es limpiado en cierta parte, muchos de los crímenes realmente son de el, el los cometió.

Entonces está de pie en las puertas del templo intentando acercarse a un hermano que ya rompió su hermandad.

Le dice que todo está olvidado, y las palabras se atoran en su garganta, su hermano ha decidido su camino y ahora no quiere que sea el quien lo acompañe.

Ve a Lan Wangji el hombre que nunca lo dejo, aún si fue rechazado muchas veces siempre estuvo ahí, escucho la tragedia del clan Lan, y como Lan Wangji carga las marcas de su castigo por defender a su hermano.

Y solo los ve irse, su sobrino llega a su lado, alentando que hable pero ya no hay oportunidad, sus errores debieron arreglarse 16 años atrás.

Entonces Jin Ling también se va y el está solo.

—¿Porque me muestras esto?— grita al fantasma lo toma de la solapa de su túnica y la capucha cae

Su rostro se muestra, el fantasma futuro es el, cae de espaldas, su culo toca el suelo y se mira con asombro a lo que será el.

Ese hombre furioso, lleno de dolor y soledad, grita Jiang Cheng grita todos los han dejado.

—No te dejaron— dice el hombre — Los mataste.

Entonces Jiang Cheng ríe y llora como un desquiciado, todo lo que juro proteger lo ha perdido, lo perdió todo.


La luz del día pega en su habitación, es cierto, no lo ha perdido todo aún no, aún tiene una oportunidad de hacer las cosas bien.

Los fantasmas de Jiang Cheng Donde viven las historias. Descúbrelo ahora