Malagon.

23 4 0
                                    


Ángel no entendía una cosa. Tampoco la otra. Era un inconveniente, un hipócrita, y un mentiroso. Entre esas cosas había algo que nadie podía entender de su personalidad tan egoísta. Su actitud. Fingía su propia felicidad. No había sentido en ello.. lo tenia todo. Odiaba su vida. Pero no era por algún trauma, o por algún problema.
Simplemente la odiaba por no tener las cosas que él en realidad quería. El nunca en realidad quiso ser este hombre con una responsabilidad grande.. le llegó mucho a la cabeza ser mejor que todos. Le llegó a la cabeza ser un hombre con más poder. Y tal vez por eso actuaba así.

Desde que eran jóvenes Ángel siempre le tuvo curiosidad a el otro guardameta, no era por ser malo.. pero se le hacía raro que un niño tan.. 'extraño' tuviese un talento tan grande en la portería.

Carlos desde pequeño ha sido algo diferente de otros niños, pero suponía Ángel que era normal. Pues todos eran diferentes ¿verdad? El nunca entendió porque Carlos se alejaba de él. Nunca entendió en porque aquel muchacho le sonreía de lejos.. pero cuando estaban juntos aquel muchacho simplemente lo miraba con asco. No entendía en porque el chico no era capaz de hablar con él. No entendía muchas cosas.

Hasta que algún día. Lo entendió.

—Tal vez le gustas—

Reía uno de sus compañeros en aquel entonces.. tras tener aquella conversación. Era un broma. ¿Verdad? No era cierto. ¿Verdad? Malagon siempre fue cercano con aquel compañero, su compañero siempre fue alguien especial para él, pues le contaba todo. Era como un diario personal. Solamente era un chiste.. el pequeño Malagon nunca pudo completar aquel chiste..

Desde ese día, Malagon empezó a entender un poco.. sobre Carlos.

La vida era bonita.

Las cosas.. eran diferentes ahora. Eso era enserio. Nunca espero tenerlo en su cama. Eso era un hecho. Su mente no estaba tan asustada.. se sentía bien. Tener un poco de compañía. Su corazón empezaba a latía como nunca.

Temía de lo que pasaría después de que el otro se despertara. Temía que esto fuese un error, algo que el muchacho opuesto no quería. Temía que fuese un juego de la vida. Tenerlo en sus brazos... se sentía bien. Se sentía con fuerza. Y con felicidad. Verlo dormir era hermoso. Se veía guapo.

Faltaban dos horas antes de que se tenían que despertar. Y Ángel no podía dejar de pensar.. de preguntarse la misma pregunta, ¿en realidad pasó eso? No podía dejar de pensar, tanto que no podía dormir. Su corazón latía y latía, parecía que no paraba. Se preguntaba Malagon en que soñaba el hijo de puta que tenía en sus brazos. Había muchas curiosidades que su mente simplemente no podía dejar de pensar en. Lo amaba. Enserio. ¿Pero? No entendía porque. No había razón para amarlo. Eran rivales en la cancha, y unos desconocidos fuera de la cancha. No entendía porque su corazón aceptaba aquel tipo.

—Carlos..—

Susurraba algo callado, los segundos pasaron y ninguna respuesta era respondida. Carlos estaba en las nubes en aquel momento..

Dormía como nunca. Y no respondía. Pero Ángel necesitaba respuestas a sus preguntaba. En aquellos momentos. Ya.

—Carlos—

Hablaba un poco más fuerte, eso de ahí pudo sacarle algún tipo de ruido a Carlos, lográndolo despertar de su sueño.

—mh. que—

Detrás de su pelo desordenado y su cara llena de aquel cabello unos ojos se abrieron con luz por primera vez. Se sentía a gusto al lado de Luis Malagon.

Los brazos de Ángel simplemente lo movían hacia más arriba. Donde estaría cómodamente en su pecho.

—¿Te sientes a gusto?—

El de las aguilas preguntaba con una pequeña sonrisa que hacía que el lagunero simplemente asintiera. Cómodamente Ángel trató de dormir.. después de esa interacción con el otro muchacho.

Pero había algo en el aire que no le dejaba. Tal vez era por el abrazo que no estaba siendo correspondido por Carlos. Se sentía algo vacío. Pero al igual se sentía lleno de emociones.. solo necesitaba esos brazos junto a él, más cercas.

—¿No me vas a abrazar devuelta?—

Una pequeña sonrisa salía con pocas risas. Se sentía algo inseguro de preguntar aquello pero necesitaba saber. Que tan serio era. Y tal vez.. desde pequeños esto fue lo deseado de ambos.. tal vez siempre se amaron. Y nunca se odiaron. Tal vez siempre estuvo en sus cabezas.

La pequeña sonrisa que salía de un medio dormido Carlos era la única respuesta que ocupaba. Con poca energía el capitán de la laguna pudo mover sus brazos cómodamente hacia el pecho de Ángel.
Tal vez no era un abrazo, pero era mejor que ningún otro abrazo. Era bello.

Y pensar que lo tenía para el todito. Y pensar que el fue el afortunado de tenerlo junto a él. Era un bello. Y le encantaba la atención, se le podía notar que la buscaba desde estar despierte hasta estar dormido. Que hermoso era.

Y tal vez lo suyo era solo para divertirse. Pero el era un tonto que solía confundirse.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 02 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

CAPITÁN. [Malavedo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora