Hasta el final de los tiempos

CAPÍTULO 2

INGRID

Como en todos los recreos, me vuelvo a encontrar sola sentada en un banco. No entiendo la razón de mis compañeros de clase para no querer jugar conmigo en el patio. Soy una niña que no da guerra a nadie, hago los deberes todos los días y siempre estoy dispuesta a ayudar.

Lo único en lo que fallo un poco es en el español. Mis padres son noruegos y trabajan de ojeadores para el SK Brann, por lo que suelen viajar mucho por trabajo alrededor del mundo. Por esa misma razón, nos hemos mudado los tres a Barcelona hará cosa de un año.

Es entonces cuando levanto la vista del suelo y veo a cuatro chicos mayores que yo acercarse a mi, y detrás de ellos una chica de la misma edad que les recrimina algo que no logro llegar a entender del todo.

- Hola, que tal te encuentras?

No me paré a pensar en nada más que huir corriendo a los baños del recreo. La niña del cabello rubio captó enseguida el asunto y la oí correr detrás de mi.

MAPI

Una vez que me encontraba en la puerta del aseo donde se había encerrado comencé a hablar para intentar tranquilizarla y mostrarle mi apoyo.

- Tranquila amiga, no estás sola -oigo unas voces sollozando detrás de la puerta- si me necesitas puedes contar conmigo.

Estoy muy preocupada por ella porque únicamente la escucho llorar pero no me abre la puerta, por lo que decido ir a pedir ayuda.

Un rato más tarde

Al rato vuelvo con la profesora de matemáticas, que tras explicarle el problema ha accedido de inmediato a ayudarme a consolarla.

- Ingrid, you don't have to be afraid -al mismo tiempo que hace una pausa para que podamos oír la reacción de la niña-. Here are people who support you and will never leave you alone.

No se como lo consiguió la profe, pero al final las puertas del aseo se abrieron y dejaron paso a la niña de ojos verdosos cubiertos de lágrimas.

- Gracias profe -mientras se seca las lágrimas y sonríe-

Enseguida repara en que había una persona más allí, así que se gira y le pregunta a la maestra.

- Teacher, quien es ella?

Elisa rápidamente le explica que soy una alumna de sexto de primaria que la vio en un mal momento y que, al no dominar completamente el inglés, decidió avisarla a ella para que pudiese mediar y consolarla.

La joven se gira de nuevo hacia mí, me dedica una dulce sonrisa y me abraza con cariño. Fue en ese momento cuando me sentía en las nubes volando, juro que esa chica da abrazos al nivel de mis padres, es indescriptible.

- I will never leave you alone Ingrid -mientras le susurraba al oído, lo que hizo que hundiese su cara en mi cuello.

Y si, nunca la voy a dejar sola. Ingrid es un diamante en bruto que el mundo no sabe apreciar, por lo que yo le voy a ayudar a mostrarse tal y como es.