CAPÍTULO 3

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MAPI

Con el paso de las semanas, se va notando la mejora en el español de Ingrid. Al igual que nuestra amistad, que se va haciendo cada vez más estrecha.

- Ingrid párala!

- Y eso es todo lo mejor que puedes hacer? -me dice la noruega mientras para el balón con extrema facilidad y me saca la lengua

- Es que yo no soy tan fuerte como tú princess -con una sonrisa burlona

- Como me has llamado? -se ríe-

- Princess -me río yo tambien-

- Viniendo de ti me puedes llamar cualquier cosa -susurrando en mi oido-

Es que no lo puedo evitar, esta niña provoca en mí demasiadas sensaciones, pero no sé si sería lo correcto, o si ella también siente lo mismo que yo.

INGRID

Todo me va llendo mucho mejor en el colegio, y eso se lo debo a Mapi y a la profesora de matemáticas.

La verdad es que estoy muy contenta por tener una amiga tan especial como lo es ella, porque es una chica muy protectora con la gente que le importa y que siempre está ahí para sacar una sonrisa. Lo malo es que sea dos años mayor que yo, porque si no si que no nos despegariamos la una de la otra durante la jornada escolar.

MAPI

Justo cuando acaba la hora de lengua, suena la campana que marca el final del día. Corriendo recojo mi estuche y mis bolígrafos, puesto que estoy deseando volver a ver a mi amiga guiri antes de volver a mi casa.

- Bye leona! -me saluda con una sonrisa-

- Adiós princess, hasta mañana! -se lo devuelvo yo con otra sonrisa-

Un rato después

La gran suerte que tengo es que de mi casa al colegio solo hay tres calles, por lo que en apenas diez minutos estoy de vuelta.

- Ya he llegado!

- Hola cariño -me dice mi madre mientras que me abraza con cariño- que tal el día?

- Muy bien mama -sonrío-

- Yo creo que esa sonrisa no se debe a que le haya salido bien el examen de matemáticas -se ríe mi hermano mientras coloca los cubiertos en la mesa del salon-

- Que capullo que eres -río y le doy un golpe cariñoso en el hombro-

- Que fuerza que tiene esta renacuaja no?

- Javier querido, yo creo que estás muy equivocado.

- Lo que tú digas mamá, pero yo no me creo nada -se sienta y se encoge de hombros-

- Venga chicos, haya paz -dice mi padre sonriendo mientras trae los platos con la comisa-

- Papá tranquilo, si no nos pasa nada, a que no grandullón? -dirigiéndome a mi hermano-

- Claro que no pequeñaja -mientras me remueve el pelo sonriendo, algo que yo detesto y él lo sabe, como me conocebel jodió-

La comida transcurre con total normalidad entre risas y las típicas conversaciones de como nos ha ido el día a cada uno, aunque yo no puedo dejar de pensar en esa duda que me asalta desde hace días, algo que nota al vuelo mi madre.

- Hija, de verdad que todo te ha ido bien?

- Si mama, no te preocupes enserio.

- Espero que esos cuatro criaturos no os hayan vuelto a molestar ni a ti ni a tu amiga, porque si no probarían la medicina tradicional de madre.

- Y esa medicina tradicional cual es? -riendo-

- Un buen chancletazo en toda la cara.

- Ahh vale, que era eso -y vuelvo a reírme energicamente-. Pero ahora enserio, esos cuatro efectivamente no han vuelto a molestarnos.

- Y entonces de que se trata? -a la vez que me lleva al sofá y nos sentamos las dos

- Verás mama... -trago saliva sin saber como empezar la conversacion- es que... Creo que siento cosas raras.

- Que cosas raras cielo?

- Cosas como... amor? cariño? -me encojo de hombros sorprendida-

- Corazón, eso no es malo. Es lo más normal del mundo, eso le puede suceder a cualquiera.

- Ya, pero no soy demasiado pequeña para sentir esas cosas?

- No tiene por qué, cada persona es un mundo -sonriendo-. Una cosa hija, y podría preguntarte quien le da sentido a esos nuevos sentimientos tuyos?

- Creo que puedes intuir de quien se trata sin que te lo diga -me rasco la nuca y sonrío-

- Vale vale, pues ya sé quién es la susodicha -se ríe como una niña pequeña y aplaude-

- Mama, no lo digas en alto -riendo se me pone la cara roja de verguenza-

- Cariño, pues déjame decirte que es la mejor persona de la que podrías llegar a enamorarte, esa niña es un verdadero tesoro.

- Lo se mamá -sonrío- pero lo que si que no se es si ella podría llegar a sentir lo mismo. Temo decírselo en algún momento y estropear nuestra amistad...

- Eso no tiene por qué suceder Mapi, de todas las veces que ha venido a casa a jugar al fútbol contigo se os nota conexión y complicidad. Pero si no te quieres arriesgar no pasa nada, es mejor asegurar el terreno y lanzarse a la piscina una vez que esté llena.

- Gracias por todo mamá, te quiero mucho -sonrío de oreja a oreja y la abrazo-

Hola a todos! Aquí tenéis disponible el capítulo 3 de esta historia, y aprovecho también para daros las gracias por el apoyo que le dais, sois increíbles❤️.
Y como siempre, tenéis los comentarios disponibles para cualquier cosa que queráis decir, gracias por todo✨

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⏰ Última actualización: Aug 02 ⏰

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