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Ana se detuvo frente a Bastián, su mirada clavada en la suya. Bastián podía ver la profundidad de sus ojos, y sentir la oscuridad que la rodeaba. Pero en lugar de sentir miedo, se sintió atraído por ella, como si estuviera siendo absorbido por una fuerza irresistible. Ana extendió la mano y tocó la mejilla de Bastián, y él sintió un estremecimiento que recorrió todo su cuerpo. La conexión entre ellos era palpable, y Bastián supo que nada volvería a ser lo mismo.

La noche pasó en un susurro de secretos y promesas, con Ana y Bastián sentados en el sofá, hablando en voz baja y mirándose a los ojos. Bastián se sintió como si estuviera viviendo un sueño, y Ana era la musa que lo inspiraba. La conexión entre ellos era cada vez más fuerte, y Bastián supo que no podría escapar de la atracción que sentía por ella. Ana, por su parte, parecía estar disfrutando del juego de la seducción, con un brillo en sus ojos que sugería que estaba planeando algo.

La luna estaba alta en el cielo, y la habitación estaba llena de una luz plateada que parecía venir de ninguna parte. Ana y Bastián se sentaron en silencio, mirándose a los ojos, y el aire estaba lleno de una tensión que parecía a punto de estallar. De repente, Ana se levantó y se acercó a la ventana, y Bastián la siguió, sin saber qué estaba sucediendo. La noche estaba llena de misterios, y Bastián estaba dispuesto a seguir a Ana en cualquier dirección que ella quisiera llevarlo.

Bastian se acercó a Ana y la miró fijamente a los ojos un color marrón avellana, sin poder evitar besarlas, un beso que demostraba pasión y interés, Ana lo apartó rápida mente pero sin despegar su cara de la de Bastian, ella le decía que no podían, que por favor se detuvieran pero el no le hizo caso, la cargo asta la el cuarto donde continuó su largo y apasionado beso.

Con cada rose Ana podía sentir como su cuerpo se dilataba y lo ansiaba más, Bastian se dio cuenta de ello y de algunos puntos débiles de la pequeña vampiro, Bastian tocaba sus muslos pero notó que esta acción no le generaba placer así que intentó nueva mente por su cuello donde Ana tubo una gran atracción, Ana dejó salir una respiración algo agitada.

Ana llevaba una camisa blanca y una falda un poco corta, Bastian le subió un poco la falda y la toco en su vagina donde noto que ya está muy húmeda, continúo tocando su entrepierna mientras le besaba el cuello apasionadamente, Ana ya estaba muy excitada así que le susurro al oído que ya lo pusiera dentro, el se sorprendió por tal gesto tan sumiso,asiendo que se excitara mucho más ,  Sin pensarlo dos beses lo puso dentro pero ella jadeó, ~qué subsede~le pregunto Bastian, le miraba a los ojos algo extrañado  por el gesto que ella acababa de hacer, Ana tenía los ojos Serrados pero cuando sintió que Bastian no se movía los abrió y el se acercó y le susurra al oído que si estabas bien ella le de vuelve  el susurro distiéndele que valla despacio por qué le dolía, el entendió lo que pasaba (ella era Virgen), Bastian se acercó mas a ella y lo introdujo mas y mas dentro de Ana, ella solo gemía y se retorcía de placer, Bastian  acelero  el ritmo  dándole más placer a Ana. El tomo los muslos de Ana y la giro dándole  una  forma de perrito, el le daba algunos golpes en las nalgas un poquito fuerte.

Me niego amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora