Goku en Boku no Hero

cap 4 (2/2)

En el camino de regreso al salón, Goku había cambiado su expresión a una de molestia. Su mirada parecía distante, y no mostraba interés en nada, ni siquiera en las palabras de Mina. Ella seguía hablando, intentando animarlo, pero él simplemente asentía sin prestar atención, su mente aún ocupada con el reciente alboroto.

"Goku, ¿me estás escuchando?" se quejó Mina, frunciendo el ceño mientras caminaban. "¡Vamos, al menos préstame atención! ¡No me ignores así!"

Goku apenas respondió, su mirada fija en el suelo mientras avanzaban. Mina suspiró, frustrada, pero sus quejas cesaron al llegar al salón de clases. Al abrir la puerta, ambos se detuvieron en seco, sus ojos encontrándose con un grupo de personas que no esperaban ver, al menos no aun.

Las quintillizas Nakano estaban allí, en el centro del aula. Sus presencias llenaban el espacio, y todas las miradas se volvieron hacia ellos al entrar. Había un aire de tensión palpable en el ambiente. Goku notó cómo las quintillizas lo observaban, especialmente cierta Nakano cuya mirada se desviaba hacia Mina con un brillo de odio apenas contenido.

El dramatismo del momento era innegable. Los ojos de cada hermana parecían buscar respuestas en el rostro de Goku. Una de ellas, Yotsuba, tenía una expresión de sorpresa y ligera incomodidad, mientras que otra, Ichika, mostraba una leve sonrisa que no alcanzaba sus ojos, claramente forzada. Miku, siempre más reservada, evitaba el contacto visual, mientras que Itsuki mantenía una expresión neutral, aunque sus ojos revelaban una inquietud subyacente. Pero Nino, con su habitual temperamento, tenía una mirada afilada dirigida hacia Mina, el odio y la sospecha evidente en sus ojos.

Mina, sintiendo el peso de las miradas, se mantuvo junto a Goku, intentando no mostrar ninguna debilidad. La tensión en el aire era palpable, como si una cuerda estuviera a punto de romperse. Goku, notando el cambio en el ambiente, finalmente salió de su ensimismamiento, su expresión cambiando de molestia a preocupación. Sabía que la situación no era fácil, y tendría que manejarla con cuidado.

Las quintillizas no dijeron nada al principio, pero el silencio era más elocuente que cualquier palabra. Los estudiantes alrededor también sintieron el cambio en el ambiente, observando con curiosidad y algo de temor. La dinámica en el salón había cambiado con la llegada de las Nakano, y todos sabían que este sería un punto de inflexión en su día.

Mina, sintiendo la incomodidad de la situación, decidió romper el hielo. "Hola, chicas," dijo con una sonrisa, intentando aliviar la tensión. "¿Cómo les va?"

Las quintillizas intercambiaron miradas antes de que Yotsuba respondiera con su habitual entusiasmo, aunque esta vez ligeramente forzado. "¡Hola, Mina! Estamos bien, solo un poco sorprendidas de verte tan pegada a Goku."

Goku, sintiendo la necesidad de calmar las aguas, agregó, "Sí, bueno, es un día lleno de sorpresas, ¿verdad?"

El comentario fue recibido con un silencio tenso, pero al menos había sido un intento de normalizar la situación. La jornada apenas comenzaba, y todos sabían que las tensiones no desaparecerían de inmediato.

Ignorando todo el ambiente tenso, Ichika se acercó con tranquilidad y, de forma un poco cómica, apartó a Mina del lado de Goku con un brazo. Luego, sin previo aviso, abrazó a Goku, ocultando su cara en su pecho. La sorpresa fue evidente en el rostro de Goku, mientras Mina, apartada bruscamente, observaba la escena con una mezcla de incredulidad y molestia.

"¿Qué te pasa, Ichika?" preguntó Goku, confundido por su comportamiento. "¿Estás bien?"

Ichika, aún con la cara enterrada en el pecho de Goku, respondió con pesadez, su voz apenas un murmullo. "No es nada, Goku. Solo... ya quería ver a mi novio."