Prologo

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Su atencion por favor señores pasajeros. Les habla el capitan Carlos Gonzalez. Les informo que estamos en territorio Panameño. En unos minutos estaremos aterrizando en el aeropouerto Internacional de Tocumen. Bienvenidos a Panamá, son las 7:31 p.m.- Suspire, habia salido de mi pais hace un par de horas, supuse que la pesadilla habia acabado. Que podria comenzar mi vida desde cero. Sabia que no iba a ser facil, pero habia pasado cosas peores. Mi hermano mayor murió en las manifestaciones en Caracas. Mi papa apenas y tenia dinero para darnos de comer, y mi mama... Muchas veces me mintio con un "no tengo hambre hijo, come tu".  La verdad no la culpo, ella me queria dar lo mejor apesar de las circunstancias. Y ahora me toco a mi. Sali de mi pais a ver si podia darle mejor vida a mis padres, a ver si al menos esta vez podia ayudarlos para que no pasen hambre. Se que la situacion social es un caos, pero tenia que hacer algo. Tal vez si me lograba estabilizar podria traermelos a vivir conmigo, o si las cosas mejoraban en Venezuela, yo con el dinero ahorrado me devolveria tranquilamente. 

Las luces de la señal para mantenerse sentados y con el cinturon de seguridad abrochado aparecio. Apague mi telefono, lo guarde en mi mochila, y me sente pegando mi espalda contra el asiento. Las aeromosas pasaron asegurandose que ninguno tuviera algun dispositivo prendido, y que los asientos no estuvieran reclinados. Mire por la ventana, la ciudad se empezaba a ver mas de cerca. El mar estaba quedandose atras y el edificio se hacia cada vez mas cercano. Mi primera impresion acerca del aeropuerto fue buena. Me agrado. Pero siendo sincero me senti nostalgico. Aun tenia los ojos hinchados de tanto llorar y la cabeza me dolia. No se si era por los nervios, el llanto, la falta de sueño o las emociones de los ultimos dias que se acumularon. 

El avion aterrizo. El capitan nos dio la bienvenida nuevamente. El avion estaba en silencio, solo se escuchaban las risas emocionadas de los niños. Pero de los adultos solo note caras largas, ojeras y ojos llorosos. No fui el unico en dejar mi pais ese dia. Ese vuelo estaba repleto de personas que dejaron su pais atras, junto a sus familias. Probablemente hasta sus trabajos, sueños, estudios y aspiraciones. Y entre ellos estaba yo. Solo, sin familia, ni trabajo, ni amigos, en un pais extraño con una fama de no ser muy amables con la nueva "plaga" es decir nosotros los venezolanos. Por desgracia para el pais centroamericano, en ese vuelo inmigraron mas o menos unos... 200 venezolanos, entre hombres, mujeres y niños. Y con las cosas que sucedieron despues, es necesario aclarar que nos odiaron mas. 


Venezuela: Muerte o MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora